Melilla Cofrade da algunas ideas para reactivar las procesiones y lograr que sean un nuevo atractivo turístico, para aprovechar también el lado económico de la fiesta.
La Semana Santa es en muchas ciudades algo más que una fiesta religiosa o una tradición. Así, en Sevilla, Málaga o Granada, mientras unos esperan con fervor el momento de sacar sus tronos a procesionar otros lo esperan para llenar hoteles o bares, gracias a la gente que esos días sale a la calle a ver las estaciones de penitencia e incluso viaja desde otros lugares para disfrutar de este espectáculo religioso, sea por creencia o por interés social y cultural. En Melilla esta parte de la fiesta no está del todo explotada, por muchas circunstancias, sin embargo desde la agrupación Melilla Cofrade, que aglutina a casi un centenar de amantes de la Semana Santa local, muchos de ellos miembros de alguna de las cofradías de la ciudad, se preguntan por qué no puede aquí hacerse también esa apuesta para reactivar esta festividad.
Pedro Pomares, uno de los miembros de Melilla Cofrade, señala que el objetivo de este grupo no es polemizar con otros cofrades, sino aprender de lo que se hace en otros sitios e importarlo a nuestra ciudad para lograr, entre todos, mejorar la Semana Santa local.
A través de la web del grupo han colgado algunas propuestas con las que creen que podría mejorarse esta semana de penitencia. “Nosotros no hemos inventado nada, solo proponemos hacer cosas que ya se hacen en otros sitios y funcionan”, indica el cofrade.
Una de las propuestas es la instalación de sillas plegables en la carrera oficial de las procesiones, algo que se hace en todas las ciudades andaluzas. Con esto, indica Pomares, ofrecerían un servicio los melillenses para que estuvieran más cómodos, pero además podría servir como una forma de ingreso extra para las hermandades, si se cobra el uso de cada una de estas.
Otra de las ideas que se barajan es que se coloquen tribunas cerca de los bares que están en las calles por las que pasan las procesiones. Así, Pomares apunta que a los establecimientos les serviría para que más personas entraran a ellos y que las cofradías podrían cobrarles por este servicio. De hecho, el miembro de Melilla Cofrade señaló que en esta semana tiene pensado ponerse en contacto con comercios y bares del centro para proponerles esta idea y saber que acogida tienen por parte de ellas.
Estos cofrades melillenses también se preocupan de que las personas que tienen alguna discapacidad puedan disfrutar, al igual que el resto de su Semana Santa y para ello piden palcos y tribunas adaptados a sus necesidades. En la misma línea, también proponen que haya infraestructuras para que los medios de comunicación que cubren las procesiones puedan hacer su trabajo en las mejores condiciones posibles.
Asimismo, desde Melilla Cofrade echan un mirada al cielo para recordar que las inclemencias del tiempo son, en muchas ocasiones, uno de los mayores enemigos de la Semana Santa y señalan que podrían instalarse carpas para que en el caso de que comience a llover mientras que el paso ya está en la calle, éste pueda refugiarse.
Dar licencias de venta ambulante, para que se puedan colocar puestos de comida típica de estas fechas en las calles de nuestra ciudad, también es otra de las propuestas que barajan.
Desde Melilla Cofrade indican, además, que es importante que la Ciudad apueste por su Semana Santa como un atractivo turístico. Así, apuntan que sería bueno que en ferias como Fitur, donde se promociona nuestra ciudad, junto a otros aspectos, se diera a conocer también esta festividad.
Pomares valora el trabajo de las cofradías y de la Agrupación y señala que la intención de Melilla Cofrade no es en ningún caso polemizar con otros sectores de la Semana Santa de la ciudad, pero que sería bueno analizar cuáles son los puntos que habría que mejorar de nuestras procesiones, para conseguir que la fiesta no se estanque y que continúe creciendo en los próximos años.