El técnico del conjunto melillense Juan Moya Toré, se lamnetó de los errores cometidos sobre todo de cara al puerta El técnico de la UD Melilla, Juan Moya se lamentó de las ocasiones falladas por su equipo en la primera mitad, donde pudo cambiar el signo del choque si llega a marcar la escuadra azulina: “En la primera parte no supimos terminar algunas jugadas de gol que tuvimos y esto nos condenó. En la segunda parte se nos fue el partido en tres minutos en un periodo donde no supimos definir”.
Para Moya, el equipo gaditano no fue una sorpresa, ya que sabía de su potencial, sobre todo por el técnico que tiene: “Me esperaba este Atlético Sanluqueño porque coincidí con su entrenador, Pedro Buenaventura, en el Melilla y porque sé que este equipo aprieta en casa. Creamos ocasiones de peligro en este partido, aunque al Atlético Sanluqueño no le gana cualquier equipo en El Palmar. Se trata de un equipo que presiona mucho, y en este partido notamos que contamos con una plantilla corta porque hemos acumulado muchas bajas y tuvimos que contar con varios jugadores de Melilla”.
Por último reconoció que a su equipo aún le queda mucho trabajo, para poder lograr la permamencia, que el el principal objetivo del club desde principio de temporada: “Hay que seguir trabajando, queda todavía bastante temporada. Los partidos que hay que afrontar de ahora en adelante habrá que sumar los puntos suficiente para conseguir el objetivo marcado, que es estar tranquilo y lograr la permanencia”.
Los melillenses se tendrán que medir la próxim a jornada al Loja, conjunto que está en la parte baja de la tabla clasificatoria, en zona de descenso, aunque esta jornada se ha impuesto en su terreno de juego a la Roda por 1-0.
Los azulinos tienen que conseguir la próxima jornada los tres puntos, para contar con opciones de estar entre los cuatro primeros puestos.
Por el momento, el técnico del conjunto azulino no podrá contar para este choque con Velasco, que vio la cartulina roja ante el Sanluqueño, aunque con toda seguridad que el club recurrirá la sanción de la segunda cartulina amarilla, donde el jugador melillense no tocó a su rival.