Los trayectos en la zona a partir de las 18:20 horas se han suspendido de manera indefinida. “Es la única forma de evitar una tragedia”, afirman desde la cooperativa. La barriada de La Cañada de Hidum lleva un mes sin reparto de Correo en horario de tarde por razones de seguridad. Ahora, es el transporte público el que se ve amenazado por los mismos motivos. En la jornada de ayer José Fuentes, presidente de la COA, la cooperativa encargada de prestar este servicio público en la ciudad autónoma, señaló que los últimos ataques que han sufrido los autobuses en Los Pinares, parte alta de La Cañada, han provocado la decisión de cortar los trayectos a partir de las 18:20, cuando cae el sol. Si vuelven a repetirse estos incidentes, el servicio se limitará aún más.
En declaraciones realizadas a El Faro, Fuentes resaltó que son conscientes de que esta medida perjudicará a los vecinos del barrio. “Conozco a personas mayores que utilizan el servicio para desplazarse, pero es que no nos queda otra salida”, defendió. La zona de Los Pinares es tristemente conocida por los conductores de la cooperativa, ya que al pasar por allí suelen recibir pedradas y el impacto de otros objetos. El último incidente tuvo lugar el miércoles, cuando los vándalos acertaron a una de las lunas del vehículos con sus proyectiles.
Afortunadamente no hubo que lamentar daños personales, aunque la piedra que destrozó el cristal golpeó violentamente uno de los asientos para pasajeros, que en ese momento no estaba ocupado. Dos filas atrás había sentada una mujer. “Estuvo a punto de ocurrir una desgracia. Lo sentimos muchos por los vecinos afectados, pero no podemos arriesgarnos a tener un accidente de graves consecuencias”, aseveró el dirigente de COA.
Asimismo, indicó que los que lanzan piedras son por lo general menores de edad, “de entre 16 y 17 años”, según atestiguan los propios conductores y pasajeros de los vehículos atacados. “Aprovechan que en esa zona es muy fácil esconderse y se ayudan de la oscuridad cuando comienza a atardecer”, añadió Fuentes, quien insistió en que la única solución que pueden tomar para evitar daños mayores es limitar el servicio en la zona.
Tal y como indicó a El Faro el pasado miércoles, a raíz del último incidente los autobuses no subirán a la zona de Los Pinares después de las 18:20 horas, quedándose en la parte baja de La Cañada. Esta decisión se ha tomado con carácter indefinido y si tienen lugar agresiones similares en los próximos días, la cooperativa baraja limitar aún más el servicio en la zona, bien sea dejando de circular por Los Pinares tanto por la mañana como por la tarde o retirándose aún más de La Cañada.
Evitar una tragedia
“Si una de las piedras alcanza al conductor tendríamos que lamentar un accidente gravísimo. Sólo hay que ver cómo es la carretera de Los Pinares, con muchas cuestas hacia abajo. Si se pierde el control del vehículo puede ocurrir una auténtica tragedia”, insistió el dirigente de la cooperativa de transporte público.
Además, indicó que los propios integrantes de COA salen perjudicados con la decisión de limitar el servicio. “Supone menos recaudación, mientras que nuestros gastos mensuales se mantendrán fijos”, terció Fuentes. En cuanto a la posibilidad de que patrullas de la Policía Local escolten a los vehículos para que puedan circular con más seguridad, señaló que no es una medida del todo efectiva, y que en anteriores ocasiones incluso los agentes han sido víctimas de las pedradas.
Hay que recordar que esta iniciativa suele llevarse a cabo cada 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, cuando los vehículos también suelen ser objetivo de los vándalos. Pese a la presencia de la Policía Local, en los últimos años los autobuses no se han librado de los ataques, suspendiéndose el servicio de manera inmediata tras los incidentes.
El consejero de Seguridad Ciudadana, Javier Calderón, señaló ayer a este periódico que mantendrá hoy una reunión con miembros de la cooperativa para analizar la situación y tomar alguna decisión al respecto.