También anunció el comienzo de una huelga de hambre, como ya hizo en 2010. La Policía Nacional lo expulsó del lugar a los pocos minutos y no retomó su protesta.
Hicham Bouchti, el marroquí asegura haber pertenecido a los servicios de inteligencia marroquíes y que inició en 2010 una huelga de hambre para que el Gobierno español le concediera un permiso de residencia, protagonizó en la jornada de ayer una rocambolesca escena en la Plaza de España. Tal y como anunció El Faro el lunes, la intención de Bouchti era iniciar un nuevo ayuno para conseguir un permiso de residencia. Hay que recordar que el afectado reside actualmente en Melilla con una cédula de inscripción, así como que está casado con una mujer de nacionalidad española y que tiene un hijo nacido en la ciudad autónoma.
Bouchti convocó a los medios de comunicación a las 10:00 horas frente a la sede de la Delegación del Gobierno para comenzar su protesta. Tras explicar los motivos que le llevaban a iniciar una nueva huelga de hambre, decidió esposarse a la reja exterior de la Delegación del Gobierno, ante la mirada sorprendida de los agentes de Guardia Civil que se encontraban en el patio del edificio.
Después de pasar varios minutos esposado, la Policía Nacional le informó de que no podía permanecer en la zona en tales condiciones.
Según informó Delegación a este periódico, los agente procedieron a retirarle a Bouchti las esposas y éste se marchó por su propio pie del lugar. Al concluir la mañana, el afectado no se encontraba en ningún punto de la Plaza de España manteniendo su protesta.
En las declaraciones que realizó antes de iniciar su huelga de hambre, Bouchti aseguró que existía un acuerdo entre España y Marruecos para mantenerle inmovilizado en Melilla. Asimismo, explicó que para tramitar su permiso de residencia le solicitaban un certificado de antecedentes penales, que debería conseguir en el país vecino. “No puedo cruzar la frontera porque me detendrían de inmediato”, resaltó.
“Es una decisión personal de Abdelmalik El Barkani”, aseguró. Además, señaló que en las últimas semanas ha recibido amenazas telefónicas. “Voy a estar en huelga de hambre hasta que todo esto se solucione” añadió el afectado. Asimismo, recordó que en el 2010 mantuvo su ayuno durante un mes.
También mostró a los medios de comunicación un número de la revista marroquí TelQuel de marzo de 2010, en la que aparece como uno de los fugitivos más buscados del país vecino. Dos de las caras que aparecen en el reportaje lucían tachadas, en señal de que son personas ya fallecidas.
La historia de Bouchti es cuanto menos extraña. Tal y como publicó este periódico en el año 2010, el afectado, natural del país vecino, asegura haber trabajado para los servicios de espionaje de la Policía de Marruecos. Ayer se definió también como periodista y presidente de una ONG. Además, aseguró que está escribiendo un libro sobre su experiencia.
Bouchti siempre ha sostenido que de ser expulsado al país vecino sería inmediatamente detenido por las autoridades del reino alauita.
En concreto, afirma que huyó de Marruecos tras recibir amenazas de muerte a causa de haber denunciado a uno de sus superiores por tráfico de armas con Argelia. El Gobierno de España negó en aquel entonces su solicitud de asilo político por considerar que su historia era “poco creíble”.