El equipo melillense encajó el tanto de la igualada en propia meta al final del tiempo reglamentario. El Rusadir se impuso al Puerto Malagueño B por el resultado de 3-1, en un partido que se le complicó bastante al conjunto melillense cuando, en el minuto 90, Tahiri subió al marcador el 1-1, al introducir el esférico en su propia portería. Un resultado que no hubiese sido justo, pues los de Torreblanca pudieron haber sentenciado el choque en la primera parte, pero el travesaño y los palos impidieron que los rojinegros se fuesen a los vestuarios con más ventaja que la del 1-0 que reflejó el marcador.
Al final, tras el empate malagueño, los melillenses reaccionaron y, con dos goles en el descuento lograron una victoria importantísima en su lucha por la permanencia.
Desde el comienzo fue la escuadra local la que llevó la iniciativa en el partido, que se tradujo en la primera oportunidad de los melillenses en el minuto 14, cuando un lanzamiento de falta de Tahiri se estrelló en el travesaño, el rechace le llegó a Naufel que, de cabeza, envió de nuevo el balón al larguero. En el minuto 25, el Puerto Malagueño dispuso de su única ocasión clara de esta primera parte, cuando Iván envió el balón fuera tras regatear a Eusebio.
A un minuto para llegar al descanso, Baguri, logró inaugurar el marcador, al convertir un penalty por una mano dentro del área de Juan Antonio, que, además, vio la cartulina roja directa, mientras que en la siguiente jugada Musli estrelló el balón al palo de la meta malagueña. Con el resultado de 1-0 se llegó al descanso.
En la segunda parte, el encuentro estuvo detenido durante diez minutos por el lanzamiento de algunos objetos al terreno de juego por parte del algunos individuos que estaban ubicados en la nueva tribuna, reanudándose el partido cuando la Policía Nacional hizo acto de presencia.
El parón no sentó nada bien a los rojinegros, pues al final del tiempo reglamentario, el malagueño Ángel se marchó de su marcador y mandó el balón al palo, con la mala suerte que, en el rechace, Tahiri marcó en propia puerta el gol del empate.
Sin embargo, este tanto no hundió a los melillenses, al contrario, pues reaccionaron y, cuatro minutos más tarde Rafik adelantó de nuevo a los locales, al salvar la salida del portero malagueño y batirlo por bajo (2-1).
La sentencia llegó tres minutos más tarde, cuando Rafik cedió el esférico a Rachid y éste sólo tuvo que empujar el balón al fondo de la portería visitante (3-1).
Con el 3-1 se llegó al final de un partido en el que el cuadro melillense fue el que más arriesgó para ganar, siendo el justo vencedor del encuentro.