De los 350 trabajadores que iban a ser expulsados, 270 se han acogido a la baja incentivada. Directivos y sindicatos de Paradores de España se han llevado una sorpresa con la avalancha de peticiones de bajas voluntarias recibidas por la empresa en el plazo abierto para que los trabajadores optaran por irse al paro de manera incentivada.
En la primera quincena de este mes Paradores ha recibido 270 solicitudes de bajas voluntarias, aunque los sindicatos estimaban que rondarían el centenar.
Eso no quiere decir que todas las peticiones recibidas vayan a ser aceptadas porque hay departamentos donde tres personas han pedido marcharse y eso dejaría bajo mínimos determinados establecimientos, aseguró a El Faro Enrique Sánchez Camacho, presidente del Comité Intercentros que negocia el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con la empresa.
“La gente está viendo la cosa muy fea, por eso prefiere irse ahora, agarrar la indemnización de 25 días por año trabajado con veinte mensualidades y olvidarse de Paradores”, añadió Sánchez.
De aceptarse todas las peticiones, los despidos bajarían a 80 (de 350 anunciados a primeros de enero). Pero eso sólo sería posible en caso de que se produjeran traslados y de momento únicamente hay 14 personas dispuestas a ser recolocadas en otros paradores donde haya plazas vacantes, con tal de mantener su empleo.
Nada se sabe aún sobre cuántos despidos habrá en el Parador de Melilla, donde al principio de la presentación del ERE anunciado el 26 de noviembre pasado, se dijo que habría dos expulsiones.
Luego, cuando se anunció el cierre del restaurante del establecimiento hotelero de la ciudad, cundió el pánico entre la plantilla de Melilla (hay diez personas contratadas en servicio de restauración y comedor) pero desde el Comité Intercentros aseguraron que ese cambio obligaría a reforzar el personal de cafetería y que se defenderían los empleos.
Empresa y sindicatos se han emplazado para reunirse el lunes. Estaba previsto que ayer se hubieran anunciado los nombres de los despedidos, pero la avalancha de bajas voluntarias obliga a hacer números y retrasa el anuncio.