La Asociación de Constructores de Melilla critica la falta de control “a los que trabajan los sábados”. La patronal del ladrillo empieza el quinto año de la crisis económica sin saber si el sector de la Construcción irá peor o no en 2013. “En 2012 nos fue fatal, muy mal. Hubo poco trabajo y mucha competencia desleal”, apuntó ayer a El Faro Mustafa Mohamed, vicepresidente de la Asociación de Constructores de Melilla.
Cuando habla de competencia desleal, aclara, no se refiere a los empresarios que vienen de la península y se hacen con los contratos de obra pública de la Ciudad Autónoma y de los ministerios con rebajas de entre el 45 y el 47%. “No sé cómo lo hacen, ni cómo pagan a la gente que se traen de la península a trabajar con ellos porque no crean empleo en Melilla. Aquí el que lo ha intentado se ha estrellado. Yo no he sido capaz de dar con el truco”, apunta Mustafa Mohamed.
Habla de competencia desleal y se refiere, insiste, a los que trabajan sin cotizar a la Seguridad Social y lo hacen, sobre todo, los fines de semana. “Los sábados siempre ha sido un día de descanso en la construcción, pero si te das un paseo por la ciudad, verás obras en marcha un sábado”.
Eso no quiere decir que no haya controles, subraya. “Hay controles, pero que yo sepa no los hace nadie”, se contradice.
Para saber cómo irá la Construcción este año, Mohamed cree que habrá que esperar hasta que pasen tres o cuatro meses, a que salgan las obras de la Ciudad y los ministerios. Si salen, porque este año, en su opinión, “no habrá mucho movimiento”.
Licencias paralizadas en el boom
Ahora las obras que están en marcha en Melilla son las que no consiguieron licencias de obra en 2006, cuando se paralizó el sector ante la avalancha de peticiones, afirma el vicepresidente de la Asociación de Constructores.
“Hay gente que hizo muchísimas casas que no han vendido, pero se aguantan porque saben que en Melilla no hay más terreno para construir, así que el que tiene una casa, se espera porque sabe que la va a vender”, recalca Mohamed.
Asimismo reconoce que muchos empresarios están construyendo, pensando en alquilar. “Es una salida obligatoria. Los bancos no dan dinero para comprar, así que hay que alquilar”, concluye.