La asociación entregó ayer un total de 500 juguetes a niños de familias desfavorecidas de la ciudad. El acto se celebró en la Casa de la Juventud.
La Asociación por la Solidaridad y la Igualdad Social (ASIS)entregó ayer más de 500 juguetes entre niños de diferentes desfavorecidos, de diferentes entidades vecinales de la ciudad. La campaña, que ya se realizó el año pasado, ha contado con la colaboración de la asociación catalana Amigos del Pueblo Marroquí Itran, que realiza acciones solidarias en regiones del país vecino y que en esta ocasión, como ya hizo el año pasado, ha querido también colaborar con esta iniciativa local. Pasadas las 17:30 horas centenares de pequeños, acompañados de sus familias, llegaban al salón de actos de la Casa de la Juventud, que la Ciudad Autónoma cedió a la entidad para la entrega de los artículos. Los pequeños, nerviosos, fueron saliendo uno a uno a recoger el regalo que les había tocado. Había un poco de todo y las monitoras explicaron que habían intentado ser lo más equitativos posible a la hora de distribuir los juguetes, aunque apuntaron que había artículos de diferentes precios y calidades. No obstante, unos con más suerte y otros con algo menos, los niños se mostraron entusiasmados con todo lo que recibieron y es que lo más importante para ellos fue recibir la sorpresa. Las colaboradoras de la asociación señalaron que recoger los juguetes ha sido posible gracias a la colaboración de empresas locales como Joyería Victoria, Mónaco, el primer tercio de la Legión, Html computer, Global Park y Global Center e indicaron que la intención es que el próximo año pueda volver a realizarse una iniciativa similar. Pocos días después de la Navidad, cuando casi todos los niños han recibido ya sus regalos de Reyes o Papá Noel, esta asociación se convirtió ayer para decenas de pequeños melillenses en un saco de sorpresas e ilusión. Los niños que ayer recibieron sus regalos apreciaron, seguramente mucho más que los que han tenido montones de juguetes este año, la muñeca o el camión que tenían entre las manos. La ilusión fue, sin duda, la protagonista de una jornada en la que las risas y los juegos en común no faltaron en ningún momento.