El día de Reyes pone el punto y final a unas fiestas navideñas que este año cuentan con un día más de lo habitual por aquello de que la festividad cae en domingo y por tanto se traslada al lunes. Es la última jornada de asueto oficioso de estas fiestas y el principio de un año en el que todos nos tenemos que poner las pilas y cargarnos de toda clase de esperanza de cara a alcanzar ese tan ansiado sueño de que las cosas mejoren y cambie por fin el tiempo de recortes y medidas que no hacen más que pedirnos que nos apretemos el cinturón que algunos ya ni tenemos.
Las previsiones no son muy halagüeñas y según los pronósticos, este año será algo mejor que el anterior, aunque no apreciaremos ese cambio hasta casi ya el final del ejercicio.
De momento, Bruselas anuncia que no pedirá más ajustes a España durante este año, a pesar de que exista riesgo de déficit en algunas comunidades. Habrá que ver si al final cumple.
Pero al margen de si eso será así o no, hoy es un día de alegría, de ilusión, de felicidad, al menos en las caras de los más pequeños de la casa. Hoy más que nunca hay que cambiar el ánimo y aunque sólo sea por unas horas disfrutar de todo cuanto tenemos a nuestro alrededor. Dejemos paso al mundo mágico de los Reyes Magos que ya vendrá mañana para enfrentarnos a la dura realidad.