El juicio fue suspendido al solicitar el acusado un nuevo abogado: “Este no me ha defendido”, afirmó
Un hombre arrestado tras ser interceptado en la frontera de Beni Enzar con 47 kilos de hachís ocultos en el coche afirmó ayer ante la juez que pensaba que “sólo llevaba dos kilos”.
La detención se produjo el pasado 24 de marzo. El acusado, que responde a la iniciales J. A. R., declaró que quienes le encargaron el ‘trabajo’ le ofrecieron 2.400 euros y también que se quedase el coche en el que transportaba las sustancias estupefacientes.
En los juicios por delitos de tráfico de drogas es habitual que los inculpados admitan su culpabilidad para que el Ministerio Fiscal acepte que se le aplique una pena menos grave que la solicitada en el escrito de acusación. La fiscal reclamaba cuatro años y seis meses de prisión, pero estaba dispuesta a rebajar la pena a tres años y nueve meses, a la que se añadiría una multa de 140.000 euros.
Sin embargo, J. A. R. en un principio prefirió que se celebrase el juicio para así poder declarar y defenderse. La fiscal le preguntó entonces por la droga que llevaba en el vehículo cuando fue detenido. El acusado reconoció los hechos, pero insistió en que desconocía que llevaba una cantidad tan grande de sustancias estupefacientes.
“Me dijeron que llevaría dos kilos”, señaló, y justificó su conducta en los problemas médicos que padece. “Tengo insuficiencia respiratoria. Mis condiciones mentales no estaban bien. Pierdes la noción de las cosas al no poder respirar”.
Reincidente
La acusación pública le recordó entonces que ya había sido detenido anteriormente “por un delito similar”. J. A. R. contraatacó aduciendo problemas personales como excusa para su conducta delictiva: “Por una deuda de 2.000 euros en autónomos me han quitado la pensión de 600 euros que tenía”.
“Usted lo hizo con plena capacidad de conocimiento”, afirmó la fiscal. En este punto, intervino la juez y le informó de que en caso de reconocer los hechos, la pena sería menor que la solicitada por la acusación pública. El acusado respondió: “Quiero las mismas condiciones que los argelinos, los extranjeros”, convencido de que a ellos se les aplican condenas menores en comparación con los españoles. Y añadió: “El Estado me ha dejado indefenso, en la calle”.
Tras ello, J. A. R., renunció a su letrado: “No quiero este abogado, no me ha defendido”. Así, la juez suspendió el juicio y le dio tres días para que designe un nuevo abogado, fijando la siguiente vista para el próximo jueves. Al marchar, escoltado por un agente de la Policía Nacional, el acusado proclamó: “A lo mejor me encuentro con el Bárcenas en la cárcel”, en referencia al ex tesorero del PP nacional implicado en la trama ‘Gürtel’.