A pesar de la alta ocupación en el Centro, 900 personas, el ambiente es “tranquilo”. El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) alberga ya alrededor de 900 residentes, contando con los 17 inmigrantes que llegaron a la ciudad en la tarde del pasado martes en una patera. La Delegación del Gobierno afirmó que en la zodiac que alcanzó la playa de Los Cárabos, iban a bordo cerca de 40 inmigrantes, pero un trabajador del CETI afirmó ayer a El Faro que no se ha producido ninguna acogida más procedente de esta patera, salvo los 17 que fueron interceptados por la Guardia Civil. El resto, de existir, estaría en paradero desconocido. Con esta alta ocupación en el CETI, los trabajadores del centro, si bien sobrellevan la sobrecarga de trabajo “como pueden”, disfrutan de una “relativa tranquilidad”. Según explicaron a El Faro, lejos quedan ya los tiempos en los que la alta ocupación propiciaba los enfrentamientos entre grupos de inmigrantes. Sin embargo, ello no implica que se agrupen por nacionalidades y religiones. “Los roces lógicos de la convivencia se dan igualmente con 300 inmigrantes que con 900”, aseguró uno de los trabajadores. Este mismo empleado recordó que hace dos años había un grupo de inmigrantes de origen subsahariano que sí era “problemático”, pero, ahora, la mayoría de ellos procede de Senegal, Guinea Bissau y Mali. Éstos, afirma “son gente tranquila”. Las tiendas de campaña que el Ejército cedió al CETI, han facilitado la acogida de los inmigrantes que han llegado a la ciudad en las últimas semanas. Así, las instalaciones pueden albergar a una cifra de usuarios que dobla su capacidad inicial, 480 plazas. “El Centro está capacitado para atenderlos a todos”, destacó este trabajador, “la dinámica del CETI sigue siendo la misma”. Además, en caso de conflicto de convivencia, los mediadores del CETI intervienen para resolver los problemas que puedan surgir, según explicaron a este diario. Y es que, igual que se han desterrado los conflictos entre los residentes, también han desaparecido los hábitos de antaño, como pasar las noches fuera de las instalaciones. Este empleado subraya que, desde la eliminación del poblado de chabolas en la ladera del Cerro de Palma Santa hace unos meses, “casi todos los usuarios vuelven al CETI a las 23:30 horas, que es cuando se cierra”. Traslados a la península El nivel de ocupación en el CETI se va manteniendo entre los 800 y 900 inmigrantes gracias a los traslados casi semanales de algunos grupos a centros de la península. De hecho, en el día de ayer se produjo un traslado de cerca de una treintena de inmigrantes, según explicaron a este diario. “Con los traslados se mantienen más o menos el mismo número de inmigrantes que en estas últimas semanas”, explicó este trabajador, si bien puntualizó que en los días en los que se dieron con más frecuencia las entradas a través de la valla perimetral, los traslados se paralizaron.