La Ciudad sigue apostando por esta iniciativa, que este curso ha costado 22.500 euros.
El consejero de Educación de la Ciudad, Antonio Miranda, anunció ayer que las becas de estancia en el extranjero para los nueve alumnos con mejor nota en la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) se mantendrán el próximo curso. Miranda recordó que este año la inversión ha sido de 22.500 euros y que en lugar de estancias de tres semanas, como había ocurrido en otros cursos, se optó por dos semanas, porque los alumnos de años anteriores habían manifestado que más de quince días era demasiado tiempo. Esta reducción del tiempo de duración del curso supuso también para la Ciudad un ahorro de 12.500 euros, ya que en 2011 la Consejería invirtió para esta misma iniciativa 35.000 euros. Miranda señaló que estas becas son un premio para aquellos alumnos que más se esfuerzan y un incentivo para que los estudiantes continúen trabajando, por lo que la intención de la Consejería es continuar apostando por ellas. Además, el consejero señaló que la estancia en el extranjero permite a estos adolescentes, no sólo mejorar sus conocimientos de inglés, sino también conocer una cultura diferente y compartir experiencias con jóvenes de otras nacionalidades. El consejero de Educación indicó que, como cada año, han hecho una evaluación de la satisfacción de los alumnos con este curso. Los estudiantes que han participado este año en este proyecto partieron hacia Bristol el 8 de julio y regresaron a la ciudad el 22 del mismo mes. Según explicó Miranda, los estudiantes se alojaron en una residencia con habitación individual y pensión completa y estuvieron acompañados en todo momento de un monitor. El responsable del área de Educación en la Ciudad indicó que los jóvenes se han mostrado contentos con casi todos los aspectos de este viaje. No obstante, Miranda apuntó, que como suele ocurrir todos los años, las comidas han sido lo que más críticas han despertado entre los alumnos. En este sentido, el consejero indicó que tratarán de mejorar este aspecto para el próximo año. A pesar de ello, Miranda señaló que para muchos de estos jóvenes es la primera vez que viajan al extranjero, por lo que es relativamente normal que el cambio de alimentación les resulte más difícil de asumir. Por lo demás, en lo que se refiere a alojamiento, excursiones y formación, los jóvenes se mostraron contentos con la experiencia, según señaló el consejero.