El Pleno celebrado ayer aprobó dos medidas, por otro lado esperadas, y que levantaron, aunque no con la virulencia de otras ocasiones, las discusiones entre los representantes políticos. La subida de las tarifas en los taxis, defendida por el Gobierno local y en cierta medida razonable si se tiene en cuenta que mantienen los precios desde hace cuatro años, no gustó mucho en la bancada socialista, que no entiende esta decisión, máxime cuando la calidad que ofrece este servicio deja mucho que desear. Durante la sesión plenaria, los socialistas recordaron una encuesta, publicada no hace mucho tiempo, en la que se calificaba a los taxis de la ciudad como los más sucios de España. Es de reconocer, sin embargo, que en las últimas fechas han sido significativas las mejoras que ha realizado este colectivo en sus vehículos, aunque también es cierto que todavía quedan algunos que necesitan de una transformación total para que con su aspecto y servicio no dañen la imagen de una mayoría, que es lo que está pasando en la actualidad.
En cuanto a la eliminación de la paga extraordinaria de Navidad para todo el Gobierno, viceconsejeros y asimilados con dedicación exclusiva o parcial, nada que objetar. Es una decisión que va en consonancia con las medidas de ajuste impuestas por el Ejecutivo central y que de no haberse producido hubiera levantado muchas ampollas, todavía más, entre el funcionariado que sí ha visto eliminado de sus nóminas esta paga.