La Consejería ha colocado pegatinas en varios contenedores de la ciudad autónoma en las que se indica que sólo debe hacerse entre las 19:30 y las 23:30 horas. La Consejería de Medio Ambiente recuerda a los melillenses que deben respetarse los horarios establecidos para tirar la basura. Así, muchos de los contenedores de la ciudad autónoma amanecieron en la jornada de ayer con una pegatina como la que puede verse en la fotografía, en la que se recalca que está prohibido arrojar desperdicios antes de las 19:30 horas y después de las 23:30, que es cuando se produce la recogida de basuras.
Esta medida se produce semanas después de que, en declaraciones realizadas a El Faro, el consejero de Seguridad Ciudadana, Javier Calderón, señalara que la mejor solución para evitar malos olores, así como que las personas en situación de necesidad sacaran las bolsas del contenedor para examinarlas en plena acera, con el consiguiente deterioro del mobiliario urbano, era apelar al civismo de los melillenses y que se respetaran los horarios establecidos en las ordenanzas municipales.
Tal y como publicó este periódico en su edición del pasado 15 de julio, Calderón subrayó que si los contenedores no se encontraran llenos desde primera hora de la mañana, como ocurre en muchos puntos de la ciudad autónoma, se evitarían este tipo de situaciones innecesarias.
También hay que recordar que el próximo día 30 de agosto, a partir de medianoche, comenzará la huelga convocada por los trabajadores del servicio de limpieza viaria y recogida de basuras, por lo que parece que la Consejería quiere paliar los efectos que tendrá este paro concienciando a los vecino de Melilla de que hay que respetar los horarios para evitar molestias e incomodidades.
La imagen que acompaña a este artículo corresponde a los contendores de la calle Teniente Marín Astigarraga. En lo que respecta a este caso en concreto, parece que la medida surtió efecto, ya que ayer a las 18:00 horas, a falta de 90 minutos para que comenzara la recogida de basuras, el contenedor se encontraba completamente vacío.
En cualquier caso, la iniciativa tomada desde la Consejería de Medio Ambiente resulta positiva y acertada. Ahora tan sólo resta esperar que los vecinos de la ciudad autónoma tomen buena nota del mensaje y hagan gala de su civismo para que la medida resulte completamente efectiva. Por el momento, parece que la idea tiene visos de triunfar.