Parece una práctica habitual que cada gobierno que se instala en la Moncloa aporte nuevas fórmulas para tratar de combatir uno de los males endémicos de este país: la Educación, que coloca a nuestros estudiantes entre los puestos de cola cuando son comparados con los de la UE en cuanto a preparación y conocimientos. El Ejecutivo de Rajoy no rompe esta pauta y proyecta un cambio del sistema educativo para el que va a tener en cuenta las propuestas y sugerencias que, vía Internet, aporten cuantos tengan alguna idea.
Una de las opciones que se baraja y que todavía está por decidir es si se implantará o no la realización de unas reválidas o exámenes externos para los estudiantes del último curso de Primaria y de ESO, que permitan evaluar si tienen los conocimientos suficientes para cambiar de curso o si por el contrario repetirían hasta haberlos adquirido.
Para la mayoría de los sindicatos locales de la Enseñanza esta medida no influirá en la calidad de la Educación si no lleva aparejada otras iniciativas como ampliar la plantilla de docentes o construir más centros que permitan a su vez rebajar la ratio alumno-aula.
No rechazan la propuesta en lo tocante a que el alumno que pase de Primaria a ESO y de ESO a Bachillerato cuente con la preparación mínima para afrontar con ciertas garantías los cursos superiores. Sin embargo, también plantean que sería inasumible que un 20 o 40% del alumnado se viera abocado a repetir curso porque eso desbordaría las clases.
Habrá que seguir aportando ideas si el objetivo es equiparar el nivel educativo español al de la media de los países europeos.