No responsabiliza a Marruecos de los ataques a policías, pero reclama su colaboración.
El presidente del Gobierno local, Juan José Imbroda, dio ayer la razón a los sindicatos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en lo que respecta a la últimas agresiones que han tenido en los puestos fronterizos que separan la ciudad autónoma de Marruecos. En declaraciones realizadas a los medios de comunicación, la máxima autoridad local subrayó que la conocida como tierra de nadie, el espacio neutral situado entre ambos países, debe ser “despejado” para evitar incidentes de este tipo.
Imbroda subrayó que los agentes de Policía Nacional y Guardia Civil están llevando a cabo “una labor ímproba” en los pasos fronterizos, sobre todo desde que comenzó la Operación Paso del Estrecho (OPE), a causa de la cual se ha multiplicado el flujo de personas y vehículos. “Tienen una gran carga de trabajo y además se ven obligados a soportar insultos y agresiones. No se puede permitir”, añadió.
Asimismo, afirmó que los autores de ataques a efectivos policiales y de la Benemérita “son cuatro alborotadores que todos conocemos y que sacarán algo de dinero por estos actos” y eximió de toda culpa o complicidad a las autoridades del país vecino. “Marruecos no es responsable de lo que ha ocurrido, pero tampoco puede permitirlo, ya que es algo que perjudica a ambas naciones”, aseveró.
En la misma línea, recalcó que las “continuas provocaciones” a las que se ven sometidos los agentes en la frontera podrían acabar mal. “Digamos que a causa de la presión, un funcionario se pone más nervioso de la cuenta y tenemos que lamentar algo por culpa de cuatro desalmados. Hay que despejar la frontera para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado trabajen sin problemas”, insistió.
Además, destacó que en la actualidad existe un buen clima de cooperación entre España y Marruecos, el cual debe aprovecharse para solucionar cuestiones de este tipo. “En septiembre tenemos la Reunión de Alto Nivel (RAN) en la que se planteará, por primera vez, el problema de la frontera. Este tipo de encuentros se han celebrado en otras ocasiones sin tocar este asunto, esperemos que ahora se llegue a algún acuerdo”, agregó el presidente autonómico.
“Los sindicatos tienen razón. Lo que hay ahora mismo en la frontera es pura dinamita y la mecha puede prenderse en cualquier momento. Que los pasos funcionen correctamente y estén libres de incidentes es algo que beneficia a ambas naciones. Estoy convencido de que Marruecos no está detrás de las agresiones, pero tampoco debe permitirlas”, afirmó.
“Protesté y protestaré”
El presidente Imbroda recordó que no es la primera vez que ocurren este tipo de incidentes en la frontera. El conflicto más recordado tuvo lugar en agosto del 2010. En aquella ocasión, se colgaron en el lado marroquí del puesto de Beni Enzar varios carteles con fotomontajes en los que que se criticaba duramente las labor de los agentes. En concreto, podía verse a varias mujeres de la Policía Nacional sobre un fondo de discoteca y dos manos manchadas de sangre. Además, también se produjeron agresiones similares a las que han tenido lugar en las últimos semanas.
“Lo que estamos viviendo ahora ya pasó hace dos años. Protesté en aquel entonces y protestaré ahora, este tipo de situaciones no se pueden consentir”, aseveró la máxima autoridad local.
Dos agresiones a policías y una a un guardia civil.
Hay que recordar que las últimas semanas han sido agredidos tres agentes, dos de la Policía Nacional y uno de la Benemérita. Tal y como publicó El Faro en ediciones pasadas, un efectivo de la Guardia Civil fue rociado con el contenido de una jeringa hipodérmica, aparentemente sangre, desde el lado marroquí del puesto del Barrio Chino. Por otro lado, un policía recibió el impacto de una tabla de madera y otro el de una piedra mientras trabajan en Beni Enzar. Ambos objetos fueron lanzados desde la tierra de nadie. Asimismo, en el Barrio Chino se apedreó a los vehículos de la Policía Nacional desde Marruecos.
La situación ha puesto en pie de alerta a los sindicatos de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, AUGC, CEP, SUP y UFP, los cuales reclamaron la semana pasada mayor seguridad en los puestos fronterizos que separan Melilla de Marruecos. En opinión de Delegación y del Gobierno local, los autores de los ataques no cuentan con la ayuda ni con la aprobación de las autoridades del país vecino, aunque ayer Imbroda subrayó que no deberían permitir actos de este tipo.
No obstante, las formaciones sindicales sí ven detrás de estas agresiones la mano de Marruecos. En concreto, el CEP subrayó el pasado 3 de agosto que para acceder a la tierra de nadie con pancartas y los objetos que se arrojan a los policías y guardias civiles, los atacantes deben pasar forzosamente por el control de seguridad del lado marroquí de la frontera.