Ambos sindicatos denuncian que los trabajadores de la UTE Melilla continúan sin cobrar sus nóminas y que la contratación está “teledirigida” desde la Ciudad.
La situación de la plantilla de la empresa adjudicataria de la limpieza viaria, UTE Melilla (FCC–Urbaser), ha terminado por colmar la paciencia de los sindicatos CSIF y CCOO, cuyos responsables en el Comité de Empresa anunciaron ayer, en declaraciones a El Faro, la convocatoria de una manifestación durante la celebración de la Semana Náutica y una huelga indefinida para la semana de la Feria de Melilla, si la empresa y la Ciudad Autónoma continúan sin atender sus demandas. Ambos sindicatos alegan que los empleados continúan sin cobrar sus nóminas o parte de ellas. Denuncian despidos “arbitrarios” con el objeto de hacer contrataciones “teledirigidas” desde la Ciudad Autónoma. La plantilla continúa trabajando con los uniformes de invierno. Y aseguran que la maquinaria que se compra no sale a la calle.
Los problemas comenzaron desde la entrada en vigor del nuevo contrato de la limpieza a mediados del pasado mes de abril, adjudicado a la UTE Melilla, formada por FCC y Urbaser. Ya entonces la renovación del convenio colectivo quedó paralizada y a día de hoy sigue así, según el presidente del Comité, Antonio Guerrero.
La UTE Melilla alegó, ante los representantes sindicales, errores administrativos para justificar las ‘irregularidades’ en el pago de las nóminas de los trabajadores. Según CSIF y CCOO los problemas en este aspecto continúan hoy día. De la paga extraordinaria de verano únicamente fue abonada la parte proporcional de la anterior adjudicataria, FCC, y los trabajadores que realizan el servicio los sábados no han cobrado sus salarios íntegramente. “No hay ningún trabajador al que se le haya abonado su salario íntegro ni ha cobrado los retrasos”, aseguró Guerrero.
La promesa de 90 empleos
Otro de los puntos calientes entre Comité de Empresa, la UTE Melilla y la Ciudad Autónoma es el “incumplimiento” del anuncio del consejero de Medio Ambiente, José Ángel Pérez Calabuig, y después por el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, de que el nuevo contrato crearía 90 puestos de trabajo.
CSIF y CCOO aseguran que no se han cumplido estas contrataciones y que las que se han hecho recientemente son “precarias”. Los sindicatos critican que “se contrate a padres de familia para únicamente trabajar un día a la semana” y que, parte de esas contrataciones vengan “de una lista del Ayuntamiento”. Es más, aproximadamente 15 empleados, que llevan prestando sus servicios en la empresa desde hace más de diez años, “fueron despedidos” entre abril y mayo para realizar esas contrataciones “teledirigidas” desde la Ciudad Autónoma. CCOO asegura que “esos trabajadores se merecen más que nadie conseguir un puesto de trabajo indefinido”, a tenor de los años de trabajo dedicados a la empresa y que, por tanto, “llevan mucho tiempo esperando una oportunidad”.
Por todo ello, CSIF y CCOO consideran que las promesas de contratación no se están cumpliendo y ni mucho menos esos puestos de trabajo son “de calidad”. Poco o nada satisfacen las explicaciones del consejero de Medio Ambiente, quien alega que la empresa adjudicataria está cumpliendo con el cómputo requerido de horas de trabajo, si en la práctica esos horarios exigidos en el pliego de condiciones generan “puestos de trabajo precarios”.
La paciencia de los sindicatos está prácticamente agotada, según explicaron a El Faro, pues, además de toda esta problemática, la plantilla continúa trabajando con los uniformes de invierno, tal y como denunciaron en la Inspección de Trabajo hace algunas semanas. Desde entonces, los únicos trajes que se han facilitado a los empleados han sido “camisetas y pantalones de invierno a los que les han cortado las mangas”. Y tanto la ropa como el calzado procede, denunció Guerrero, del excedente que tuvo la anterior empresa adjudicataria el año pasado.
Estos uniformes se han entregado a los trabajadores recientemente, cuando normalmente la empresa se los ha facilitado en otras ocasiones el 15 de mayo con la llegada de las buenas temperaturas. En pleno verano, la plantilla no solamente tiene que realizar su labor “bajo presiones” sino también “soportando las altas temperaturas con un uniforme no acorde con la temporada”.
Desde el pasado mes de junio, tanto Comisiones Obreras en Melilla como CSIF han venido denunciando públicamente esta problemática, que ha sido también trasladada a la Inspección de Trabajo por el presidente del Comité de Empresa, y no esperarán más excusas y demoras por parte de la UTE Melilla. Por ello, aseguraron que en el día de hoy presentarán en el Registro de la Delegación del Gobierno un escrito anunciando las movilizaciones que piensan convocar. La primera de ellas será durante la Semana Náutica, si por entonces la UTE Melilla o la Ciudad Autónoma no han respondido a sus reivindicaciones convocarán una huelga indefinida en el inicio de la Feria de Melilla en la primera semana de septiembre.
La renovación de la maquinaria para la limpieza
Ambos sindicatos no se explican cómo en cuatro años, la práctica totalidad del parque móvil de la empresa de limpieza viaria debe renovarse. Guerrero explicó que algunas barredoras y camiones están “parados” en la sede de la empresa en Horcas Coloradas a causa de averías que no se han solucionado y critica que para arreglar la maquinaria que se deteriora se utilicen los recambios de otra máquina.
CSIF asegura que hace cuatro años se adquirieron 20 barredoras, limpiadoras y otros aparatos para la recogida de heces caninas en las calles que, al poco tiempo, se estropearon y, desde entonces, no han sido reparadas ni se han repuesto.
A la precariedad en las condiciones laborales y la falta de recursos materiales se le suma también otra de las denuncias que ayer hicieron ambos sindicatos. La “presión” que los encargados y responsables hacen sobre los trabajadores. Guerrero asegura que muchos trabajadores están “atemorizados” y “soportando” presiones de todo tipo por parte de sus superiores.
El control es tal, que la empresa está sancionando a algunos empleados, en especial, a los del turno de los sábados, con suspensión de empleo y sueldo e incluso el despido, alegando ausencias injustificadas y abandono de materiales de trabajo que “dañan la imagen del sector de la empresa”, tal y como reza en varios documentos a los que ha tenido acceso este diario.