Melilla La Vieja revive Las plazas y calles de la zona antigua de la ciudad recuperan el vaivén de gente de épocas antiguas. Los melillenses disfrutaron de los juegos de la plaza de los Aljibes, alucinaron con las aves rapaces y los grupos de artesanos que tallaban piedras y modelaban barro en la Plaza de Armas, se asustaron al ver saltar muy cerca a un hombre-cabra y degustaron un sinfín de quesos, embutidos, carnes a la brasa, patatas fritas y decenas de dulces.
La ciudad vieja huele albero. Los caballos relinchan al ver tantos ciudadanos alrededor y sus amos se baten con espadas para defender su honor y demostrar que son los caballeros con mayor fuerza de toda Melilla. Las murallas han recuperado entre sus calles el bullicio de las gentes que antaño compraban allí los alimentos. Las familias anduvieron por las estrechas calles de Melilla La Vieja sorteando todo tipo de extraños personajes. Incluso corría el rumor entre el público de que un fauno, una criatura mitad hombre mitad cabra, se había escapado de algún lugar mágico para asustar a los niños que se portaban mal y sorprender a los mayores con los grandes saltos que realizaba. Un señor con serpientes demostraba no tener miedo a esta criatura, que no a todos los ciudadanos gusta y un grupo de trovadores tomó la plaza para animar con su historia la velada de los paseantes. Las voces del mercado se escuchaban desde fuera de las murallas y el olor a carne asada hizo sonar todos los estómagos.
Quesos y dulces de todo tipo son un manjar tan apetecible en estas noches estivales que los ciudadanos que estuvieron ayer en el mercado no pudieron dejar de comprar estos productos. También corría el vino y la cerveza por las barras de las tabernas y el pan recién hecho y de color blanco de las panaderías hacía la boca agua. Y por ello, muchos no pudieron resistirse a comprar un trozo, aunque no se conformaron ahí, y acabaron metiendo morcilla y chorizo para que el pan no se sitiera solo en el paladar.
La exposición de armas de guerra de la Edad Media era curiosa, aunque muchas madres empezaron a preocuparse al ver que sus hijos se interesaban mucho por querer probar su habilidad con el arco y las flechas y con el hacha.
La música adornaba Melilla La Vieja, que lucía hermosa con la luz de ‘las antorchas’ y el trajín de gente yendo y viniendo por todos lados. La mezcla de olores, la música, las voces de artesanos llamando a su público, la decoración de las banderolas y el magnífico escenario de las murallas de la ciudad sirvieron para hacer soñara a todos los melillenses de todas las edades, que de nuevo, hoy podrán disfrutar del gran espectáculo del Mercado Medieval.
Hoy comemos...
Los enamorados de los embutidos y la carne a la brasa están de enhorabuena, ya que el Mercado Medieval está bien surtido de todos estos alimentos. Y es que desde las escaleras de Las Peñuelas ya se percibe ese característico olor a brasas ardientes tostando un chorizo, una morcilla, un jamón y otras delicias para el paladar. ¿Quién puede resistirse tan si quiera un poco a picotear algún manjar de este mercado?
La música... ¿amansa las fieras?
No todas las músicas amansan las fieras ni adormecen, ya que la que tocan los componentes del grupo celta ‘Rapas’ sólo anima a mover los pies y tocar las palmas.
Este grupo llega por primera vez a Melilla y estará esta noche en Mercado Medieval para alegrar el paseo de los melillenses por la ciudad amurallada. Fueron ellos los que dieron ‘la nota’ en la inauguración de este mercado.
¡Nos vamos de compras!
Seguro que tienen que hacer un regalo en estas fechas y no saben con qué pueden acertar. Lo mejor es que se den una vuelta por el Mercado Medieval donde encontrarán todo tipo de artesanías, desde platos de cerámica y arcilla a cajas de madera y un sinfín de bisutería, piedras, cinturones de cuero y todos los objetos que se puedan fabricar de forma artesanal. No sólo son piezas creativas, sino también originales y únicas.
Juegos de pesca, de lanza, tiro con arco, ballesta de madera, puzzles...
Este año el Mercado Medieval cuenta con una gran zona de juegos y talleres infantiles. Si hay alguien que puede disfrutar mucho de este ambiente medieval son los niños, ya que son los primeros en adentrarse con su imaginación en un mundo donde los hombres llevaban una espada en el cinto y las calles estaban repletas de artesanos.
Los pequeños podrán jugar con puzzles, tirar con el arco y las flechas o con unas ballestas, derribar un muñeco con una lanza y pescar en tonel unos peces de madera. Todo ello se puede realizar en la Plaza de Armas y en la Plaza de los Aljibes.
Caballeros y torneos
Fueron cientos los melillenses que ayer disfrutaron de la batalla entre caballeros en el escenario montado en la plaza de las Culturas, justo frente al Foso del Hornabeque.
Cinco caballeros se batieron en duelo para conseguir el aplauso del público.
Se presentaron de uno en uno ante los espectadores y con sus lanzas apuntaron al enemigo para ser el vencedor de este juego en el que pueden perder la vida. Este acto de valentía causó la admiración de los cientos de niños que no podían apartar la vista de las armaduras de estos caballeros y de los ropajes de sus caballos.
Esta noche a las 20:30 horas volverán a luchar por honor sobre la arena, a las puertas de Melilla La Vieja.
La artesanía en directo
El Mercado Medieval ha traído este año a un gran número de artesanos con los que se puede charlar e incluso pedirles que nos enseñen el oficio. En la Plaza de Armas están repartidos entre los juegos para los niños y los talleres de tiro con arco.
El alfarero maneja la arcilla hasta conseguir vasijas y otros elementos para la decoración, el picapedrero cincela con esmero grandes bloques de piedra y el impresor nos enseña a conseguir con una antigua imprenta una hora impresa.
La protección del ciudadano
Los melillenses podrán sentirse en la Edad Media, pero la seguridad de este evento es del siglo XXI. Hay unos 30 agentes velando para que nada malo ocurra en esta cita cultural, entre Guardia Civil y Policía Local.
Además, se cuenta con un retén de bomberos en plaza de Estopiñán y una unidad de Protección Civil, ésta es la primera vez que interviene en el mercado.
Los accesos también han sido diseñados para personas con problemas de movilidad, ya que se puede ir por el ascensor hasta la parte de arriba, la zona de los mercaderes, y por el Foso del Hornabeque.
Además, como hay un bautizo y una boda este fin de semana en la Purísima se han entregado unos 200 pases especiales para los vehículos que vayan a esta celebración y para los melillenses residentes de esta zona.
Trovadores, brujas, presos, un fauno y hombres con serpientes...
Cada año, pasear por el Mercado Medieval implica llevarse una sorpresa. Como en ediciones anteriores, hay personajes que vuelven a Melilla La Vieja como los hombres de las serpientes o el preso que escapa de una jaula colgada del techo. También es conocido en la ciudad el duende del troncomóvil. Y como novedad, este año el fauno que da grandes brincos, los trovadoresCada año, pasear por el Mercado Medieval implica llevarse una sorpresa. Como en ediciones anteriores, hay personajes que vuelven a Melilla La Vieja como los hombres de las serpientes o el preso que escapa de una jaula colgada del techo. También es conocido en la ciudad el duende del troncomóvil. Y como novedad, este año el fauno que da grandes brincos, los trovadores y la bruja que les acompaña son parte de los artistas que tropezarán con nosotros en este Mercado Medieval. y la bruja que les acompaña son parte de los artistas que tropezarán con nosotros en este Mercado Medieval.