El Consejo de Administración de la sociedad pública aprueba el aumento de la cuantía de estas ayudas con el fin de potenciar la creación de empleo en la ciudad y la modernización de las pymes.
La próxima semana se publicarán en el Boletín Oficial de Melilla (BOME) las nuevas convocatorias de ayudas para empresas melillenses que se gestionarán a través de la sociedad pública Proyecto Melilla S.A. (Promesa). Su presidente, José María López Bueno, informó ayer de las novedades de estas ayudas empresariales que aumentan su cuantía gracias a la transferencia de algo más de cuatro millones de euros procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Esta partida estaba contemplada para un programa que no se podía aplicar en Melilla, explicó, por lo que se solicitó la transferencia de estos fondos para fomentar la creación de empleo y la modernización de las empresas locales. El Consejo de Administración de Promesa aprobó, en la reunión mantenida ayer, la modificación de las bases reguladoras de estas ayudas para aumentar su cuantía. Uno de los programas de ayudas están dirigidos a las empresas generadoras de empleo, que podrán recibir una ayuda de 7.000 euros por cada contratación nueva que realicen. Antes, la ayuda era de 2.500 euros, recordó López Bueno. También aumentará el importe máximo que estas empresas podrán solicitar para invertir en la mejora de su negocio, además de la contratación de personal. El tope máximo ahora será de 45.000 euros, mientras que en convocatorias anteriores era de 30.000. Estas ayudas, especificó el presidente de Promesa, se otorgarán a fondo perdido. Otro programa de ayudas irá encaminado a subvencionar el gasto financiero de las empresas que lo soliciten y que será de 40.000 euros por empleo nuevo creado, mientras que antes esta ayuda era de 36.000. “El objetivo es aprovechar al máximo los cuatro millones de los fondos europeos”, recalcó el presidente de Promesa. Ayudas a las micropymes En aras de potenciar la modernización de las empresas locales, se volverá a convocar un nuevo programa de ayudas para las empresas denominadas ‘micropymes’ y que representan un importante porcentaje en Melilla. Se trata de pequeños negocios familiares, de menos de 10 trabajadores, que podrán solicitar una ayuda máxima de 30.000 euros, frente a los 24.000 que se daban con anterioridad. Este tipo de ayudas servirán los empresarios para modernizar y renovar su negocio y que por su condición de micropymes “no tienen posibilidades de acceder a otro tipo de financiación”, apuntó el presidente de la sociedad pública. Por otra parte, Promesa ha reservado igualmente dos partidas presupuestarias en concepto de ayudas a mujeres emprendedoras, con una dotación económica de 100.000 euros, y otra de 70.000 destinada a favorecer la contratación de jóvenes melillenses desempleados. Este programa de ayudas contempla la bonificación, por parte de Promesa, de un porcentaje determinado de las cuotas patronales según la duración del contrato que se realice. López Bueno confía en que las empresas melillenses aprovechen estas ayudas, teniendo en cuenta que en 2011 se beneficiaron de ellas 124 negocios, creándose 220 puestos de trabajo nuevos, con el compromiso de mantenerlos durante cinco años.
José Imbroda pasa del Consejo de Administración de Promesa al de Inmusa
El presidente de Promesa, José María López Bueno, informó ayer también de la dimisión presentada por José Imbroda, consejero del Consejo de Administración de la sociedad pública, quien pasará ahora a pertenecer al mismo órgano, pero de Inmusa. En la reunión se alegó “motivos personales y profesionales” en esta dimisión, ya que Imbroda había solicitado una de las ayudas de Promesa para su negocio particular. López Bueno explicó que este gesto, por parte de José Imbroda, responde a un “exceso de transparencia y honestidad” ante la posiblidad de que la solicitud que ha realizado como empresario melillense pueda suponer un conflicto de intereses en el seno de Promesa. No obstante, López Bueno aclaró que dicho conflicto no tendría por qué existir, ya que esta situación se hubiera resuelto simplemente con la abstención de Imbroda a la hora de votar en el Consejo de Administración. “Podría así salvar su voto porque se cumplirían los requisitos”, apostilló, pero para “evitar dudas” presentó su dimisión. En definitiva, Imbroda será consejero ahora en Inmusa y un consejero de esta sociedad pasará al Consejo de Administración de Promesa.