Los ecologistas organizaron el pasado domingo una excursión por esta zona.
Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, Guelaya organizó el domingo pasado varias actividades con la colaboración de otras asociaciones e instituciones de la ciudad, como la limpieza de los fondos marinos o una excursión a los pinares de Rostrogordo.
Por la mañana, esta entidad ecologista se dedicó a rastrear los fondos marinos de los acantilados de Aguadú en colaboración con el Club Ánfora de Actividades Subacuáticas y de la Cruz Roja. Los buceadores sacaron del mar numerosos objetos metálicos, latas de refrescos y conservas principalmente, así como aparejos de pesca, plásticos y botellas.
También disfrutaron de una excursión desde los pinares de Rostrogordo que terminó en esta misma playa, en la que miembros de Guelaya y del Seproma, junto con profesores y alumnos de diferentes centros educativos aprendieron sobre la fauna, flora y geología de los acantilados de una forma amena. Además, aprovecharon esta marcha para limpiar la zona terrestre de los acantilados de Aguadú, sobre todo en lugares en los que los servicios de limpieza de la Ciudad no suelen llegar.
Una vez acabadas las actividades, los participantes degustaron varias paella y sangría en el bar Gallo de Oro, local social de Guelaya-Ecologistas en Acción Melilla.
Todas estas actividades tienen como objetivo poner en valor esta zona de Melilla, que sale claramente perjudicada con el nuevo Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, según informó esta entidad. “Los acantilados de Aguadú, a excepción de la zona LIC (lugar de interés comunitario), han sido los grandes olvidados por la Consejería de Medio Ambiente”, se indicó desde Guelaya.
Estos ecologista instaron la Ciudad a que la zona de Aguadú no incluida en la LIC hasta la playa de Horcas Coloradas se transforme en zona periférica, ya que posee numerosas especies vegetales y animales protegidas por la legislación. Según Guelaya, los redactores del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales “han hecho caso omiso” a esta riqueza natural.
La asociación ecologista teme que en este lugar se hagan obras, carreteras y construcciones que pongan en peligro la biodiversidad y los ecosistemas naturales de estos acantilados tan valiosos para la ciudad.