La Guardia Civil, Policía Nacional y Local ejecutan sin ningún tipo de incidentes la orden judicial para derribar un total de 47 chabolas. Únicamente fueron desalojados doce inmigrantes.
Después de ocho años, el problemático poblado de chabolas en las faldas del Cerro de Palma Santa vio ayer su esperado final cuando la Guardia Civil, Policía Nacional y Local procedieron al desalojo y derribo de estas infraviviendas. La orden judicial llegó a las autoridades y vecinos el jueves de la pasada semana, pero no fue hasta la mañana de ayer cuando los efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (CFSE) entraron en el poblado. De los detalles de la operación dio cuenta a media mañana el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, quien felicitó a las autoridades por la ‘limpieza’ del trabajo realizado, en el que no se ha producido ningún tipo de incidente ni detención. Un total de 57 efectivos de los CFSE, a los que se han sumado los Servicios Operativos de la Consejería de Medio Ambiente de la Ciudad Autónoma, llegó al lugar a las 06:30 horas de la mañana para proceder al desalojo y derribo del poblado, decretado por el Juzgado Contencioso Administrativo de Melilla. Según explicó el delegado del Gobierno en la ciudad, en esos momentos había seis chabolas ocupadas por una docena de inmigrantes, todos ellos identificados como residentes en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). “Por fin se ha restablecido la legalidad que nunca se debió quebrantar. Las chabolas nunca debieron existir”, aseveró con rotundidad El Barkani nada más comenzar la rueda de prensa convocada ayer tras finalizar la operación. El delegado del Gobierno siempre ha mantenido que el poblado de chabolas “no tenía razón de ser”, por lo que, una vez tomó posesión de su cargo se ocupó de impulsar los trámites administrativos necesarios, “que no han sido pocos”, apuntó, para eliminar el problemático poblado, donde en los últimos meses los incidentes se sucedían uno tras otro. Cronología En este sentido, El Barkani hizo una cronología de los sucesos que ha protagonizado el poblado de chabolas en el Cerro de Palma Santa con un total de tres reyertas y seis incendios que se han saldado con una víctima mortal y varios heridos. No obstante, destacó que el incidente más grave ocurrió en marzo de 2010 cuando tres inmigrantes subsaharianos perdieron la vida en un incendio declarado en la chabola donde pasaban la noche. Hecho que motivó, por otro lado, algunas movilizaciones por parte de los residentes en el CETI que reclamaban su traslado a la península o la mejora de las condiciones en las instalaciones. El 25 de enero de este año comenzaron a sucederse las reyertas e incendios que continuaron el 2 de febrero, cuando una disputa entre inmigrantes provocó el incendio de cuatro chabolas. El 16 de marzo falleció un inmigrante de origen “argelino o marroquí” a causa de una agresión con arma blanca que le costó la vida. Un día después se declaró un incencio en el que los efectivos del Cuerpo de Bomberos consiguieron rescatar a una mujer inmigrante y a su hijo de una muerte segura. El 6 de abril se declaró nuevamente un incendio en el que seis chabolas quedaron calcinas. En este mes de mayo se han registrado un total de cuatro incidentes. El primero, el día 4 se declaró un incendio en el poblado, tras el que resultó detenido un inmigrante que portaba un mechero, como supuesto autor de los hechos. Además, seis subsaharianos fueron atendidos por los servicios sanitarios por inhalación de humos. Un día después volvió a registrarse un nuevo incendio del que resultó gravemente herido un inmigrante que, envuelto en llamas, fue auxiliado por los efectivos de la Guardia Civil. Inmediatamente fue evacuado al hospital Comarcal con más de 60% de su cuerpo quemado, por lo que, días después fue trasladado a la Unidad de Grandes Quemados del hospital de Getafe en Madrid. En este incidente se detuvieron a dos inmigrantes como supuestos autores del incendio. Los últimos sucesos se sucedieron el día 6 y el 12. En el primero de ellos, una reyerta entre inmigrantes subsaharianos y menores marroquíes, culminó con varias heridas por arma blanca, mientras que en el segundo, un incendio redujo a cenizas tres chabolas, pero no hubo que lamentar daños personales. En el poblado se han llegado a contar más de un centenar de chabolas, pero en el día de ayer se derribaron un total de 47. El Barkani subrayó la peligrosidad que suponía estos asentamientos en la ladera del Cerro por riesgo de desprendimientos, así como en otras que estaban ubicadas en la margen del río de Oro, que en caso de una lluvia torrencial podían inundarse. Al riesgo de seguridad se le sumaba un problema de salubridad por la gran acumulación de basuras, que también provocó numerosas quejas por parte de los vecinos del Cerro de Palma Santa. La vida en las chabolas Los inmigrantes vivían en unas condiciones casi infrahumanas en este poblado al que acudían de forma voluntaria, con objeto, como ellos mismo han manifestado en alguna ocasión, de contar con una mayor libertad, que el régimen interno del CETI no les permitía. Allí hacían su propia comida, cada uno según su propia costumbre o ritual, dormían en pareja e incluso consumían alcohol, uno de los principales motivos de los continuos conflictos que se han sucedido en los últimos meses y que hacía necesario, por seguridad, proceder al levantamiento del poblado. En este sentido, El Barkani aseguró que a partir de ahora se tomarán medidas de prevención para evitar que los inmigrantes vuelvan a levantar el poblado y que, en caso de que sea así, se actuará en consecuencia para garantizar el cumplimiento de la legalidad. Por último, el delegado del Gobierno ha recordado que todos los inmigrantes irregulares tienen una plaza en el CETI de Melilla, que actualmente tiene acogidos a 615, cuando su capacidad original esde 480 plazas. Sin embargo, la presión migratoria que sufre la ciudad, especialmente en los meses de verano, hace que las autoridades tomen medidas extraordinarias para aumentar esta capacidad, mientras se intenta agilizar los trámites administrativos de los expedientes de expulsión y que estos inmigrantes sean trasladados a la península. Cabe recordar que el CETI llegó a albergar a 900 inmigrantes en las avalanchas que se registraron en la ciudad en septiembre de 2005.
Imbroda dice que el derribo de las chabolas evitará dramas humanos
Sobre lo acontecido ayer en el Cerro de Palma Santa también habló el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, mientras visitaba ayer las mesas de cuestación de la AECC. Destacó que el derribo del poblado de chabolas “evitará que se produzcan más dramas humanos” como los acontecidos en los últimos meses.
Imbroda manifestó su satisfacción porque se ha puesto fin a una situación que en los últimos meses era crítica, con continuos incidentes, reyertas, heridos e incendios y felicitó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado porque a la hora de desalojar las infraviviendas y proceder a su derribo no se ha producido ningún incidente, gracias también a la “discreción” que se ha mantenido durante el proceso judicial y administrativo. En opinión de Imbroda, lo que hay que hacer a partir de ahora es “no dejar” que los inmigrantes vuelvan a instalar un campamento de este tipo, sobre todo, cuando existe un Centro de Estancia Temporal (CETI), donde se prestan todas las atenciones necesarias.
La Ciudad Autónoma ha expresado siempre su voluntad de poner fin a dicho campamento y ha colaborado en la operación de desalojo con efectivos de la Policía Local y de los Servicios Operativos de la Consejería de Medio Ambiente.
El campamento de chabolas ha sido demolido tras una autorización judicial, después de los constantes incidentes de los últimos meses por reyertas entre los inmigrantes e incendios, en muchos casos provocados por rencillas entre los distintos grupos.