Calzado asegura que los institutos están cumpliendo con la normativa vigente al no dejar pasar a los componentes de Cemel para informar de la huelga del 29 de mayo.
El director provincial de Educación, José Manuel Calzado, indicó a El Faro que “no se puede entrar a ningún centro educativo a interrumpir el normal desarrollo del curso ni de las clases”. Así contestó a las acusaciones de los componentes del Consejo de Estudiantes de Melilla (Cemel) que aseguraban que Calzado había dado órdenes a los equipos directivos para impedir la entrada de esta asociación en los institutos, donde deseaban informar sobre la huelga de estudiantes que han convocado para el martes 29 de junio.
Desde Cemel se indicó que habían informado tanto a la Policía Local y Nacional, como a la Delegación del Gobierno y los equipos directivos de la convocatoria de la huelga y la manifestación que se llevarán a cabo el 29 y que comenzará en la avenida Juan Carlos I y finalizará frente a la sede de la Dirección Provincial. Sin embargo, durante estos días se les ha impedido la entrada en algunos centros educativos.
El presidente de Cemel, Brahim Mohamed, comentó que incluso algunos directores y jefes de estudio, “los secuaces de Calzado”, han llegado a amenazarles y les han dicho que esta huelga era “una gilipollez”, cuando ellos sólo están poniendo en práctica un derecho fundamental.
Mohamed indicó que no tienen la misma fuerza que un sindicato, pero que contarán con las 16.000 voces de los estudiantes de Melilla que están llamados a la huelga.
Por su parte, el director provincial explicó que hay una serie de normas muy concretas “que como estudiantes esta asociación debería conocer” y que todos los equipos directivos llevan a cabo durante todo el año. “No porque unos estudiantes quieran hacer una manifestación se les va a permitir saltarse esta norma”, apuntó Calzado.
De esta forma, insistió en que si no dejan pasar a los componentes de Cemel a los centros educativos no es que esté ocurriendo nada grave, sino que se está aplicando la misma norma que al resto de la gente que llega a un instituto.
Así, explicó que cuando llega un padre o familiar de un alumno, no pasa de la entrada del instituto hasta ser recibido por el equipo directivo y, si se considera un tema importante, se saca al alumno de su clase. Calzado comentó que si esta norma se aplica sobre los padres y familiares de los alumnos, cómo no se iba a realizar sobre cualquier otra persona que llega al centro educativo.
“Si cualquiera pudiera entrar e interrumpir las clases preguntando por su familiar o amigo, sería insoportable”, explicó el director provincial.
Cemel también protestó porque su intención era explicar a los alumnos en horario de recreo los motivos de la huelga. No obstante, Calzado indicó que las clases empiezan a las 9:00 horas y finalizan a las 14:30 horas y que el recreo es lectivo, por ello, hay siempre profesores de guardia.
Desde la asociación de estudiantes se aseguró que los alumnos de tercero y cuarto de la ESO pueden salir del centro con motivo de una huelga, como se recoge en el artículo ocho de la Ley de Educación. Sin embargo, Calzado indicó en este apartado de la Ley tan solo se indica el derecho de los alumnos a reunirse a partir de tercero de la ESO, siempre que se informe a la dirección, pero no a irse del centro, ya que sería el director del instituto el que asumiría esa responsabilidad.
El director provincial aseguró que los componentes de Cemel “demuestran tener un desconocimiento total de la normativa vigente”.
Puertas abiertas para los alumnos
Cemel indicó que pedirán a los centros que abran sus puertas el día de la manifestación e informó de que habrá autobuses pagados por los bolsillos de esta entidad para traer a los estudiantes al centro de la ciudad.
El director provincial de Educación aseguró que realizar esta petición es de “irresponsables”, ya que los alumnos de la ESO tienen la obligación de estar durante todo el horario lectivo en el centro. “No porque la ley los obligue, sino porque es a la Administración, por referencia a los padres, y por tanto, a los directivos de los institutos a los que hace responsables de estos menores”. “En el momento en el que un alumno de la ESO entra en un centro, no puede salir sin la autorización expresa de sus padres”, apuntó.