El Gobierno y el principal partido de la oposición protagonizaron ayer un nuevo capítulo del momento dulce que viven sus relaciones. En el último instante, cuando se iba a proceder a la votación de los Presupuestos y tras un breve receso, llegó el acuerdo. Fue suficiente con que el partido de Imbroda prometiera estudiar en los próximos Presupuestos las propuestas de CpM contra la pobreza, para conseguir lo que no había sido posible en las reuniones previas en las que se habían discutido las cuentas. A Aberchán le bastó con el compromiso de que sus planes para las zonas más deprimidas de Melilla (cuantificados en 16,3 millones de euros) iban a ser tenidos en cuenta en 2013 y que en 2012 se destinarán 1,2 millones a ese fin si la Ciudad cuenta con ingresos extra. Prácticamente, ayer el líder de CpM hizo un acto de fe y estrechó la mano de sus oponentes confiando en que los compromisos se materialicen en septiembre, cuando comenzarán a perfilarse las cuentas para el próximo año.
Al PSOE ese acuerdo le pilló con el paso cambiado. Ayer su portavoz, Gregorio Escobar, optó por guardar silencio y dejar que los votantes socialistas volvieran a expresarse por boca de Dionisio Muñoz. El ex secretario general, ex portavoz y ex aliado de Mustafa Aberchán vio la postura favorable de CpM a los Presupuestos como la contraprestación por el sueldo que a partir de ahora comenzará a cobrar Dunia Al-Mansouri como vicepresidenta segunda de la Asamblea.
Las cuentas del PP tampoco recibieron el visto bueno de PPL. Su portavoz, Julio Liarte, se quejó del trato hacia sus propuestas en comparación con las de CpM. De hecho, ayer volvieron a recibir los habituales adjetivos con los que son acogidas sus ideas por los miembros del equipo de Gobierno, especialmente por parte de Daniel Conesa y Miguel Marín.
En definitiva, el acuerdo entre PP y CpM fue la noticia de la sesión de ayer, pero al llegar en el último minuto dio la sensación de ser algo precipitado, falto de reflexión y solidez. Quizás en las cuentas para 2013 sea posible un entendimiento más sosegado.