A la escuadra melillense le hubiera venido bien que la competición se hubiera alargado unas semanas para alcanzar el objetivo inicial de jugar los play-off. Álvarez Claro ha sido el talón de Aquiles de los de Óscar Cano.
El titánico esfuerzo de las últimas jornadas, nadando contra corriente, solo sirvió para que el conjunto azulino se ahogara en la orilla. Como mal menor, y sin que sirva para disfrazar el fracaso, los azulinos estarán en el bombo de la próxima Copa del Rey. Cosa, que si no se tira a las primeras de cambio como ocurrió esta temporada, podría aumentar el capitulo de ingresos de la entidad azulina de cara al curso 2012-2013; y los tiempos que corren no están para desmerecer tal posibilidad, sobre todo si se accede a una tercera ronda que daría la posibilidad de enfrentarse a un 'grande'.
Da coraje que un equipo que va a acabar la Liga con 64 puntos no tenga asegurado aún el quinto puesto ya que, para ello, tampoco depende de sí mismo sino de lo que, en este caso, haga el Polideportivo Cacereño el domingo en el Príncipe Felipe ante un Écija Balompié al que le va la vida en el partido si quiere mantener la categoría. En otras temporadas, la puntuación alcanzada hubiera sido suficiente para disputar la siguiente fase pero la retirada del Sporting Villanueva y del Poli Ejido hizo que el resto tuvieran seguro seis puntos más que añadir a sus casilleros y los guarismos, por tanto, se dispararan.
Ahora, finalizada ya la temporada para el equipo unionista, toca analizar y sacar conclusiones con relación a lo que pudo ser y no fue. Está claro que el mal inicio liguero pesa a la hora de hacer un balance final pero no es menos cierto que tampoco es definitivo porque después de encadenar cuatro derrotas en las primeras cuatro jornadas, los de Óscar Cano disponían de otros 34 partidos, todo un mundo, para enderezar el rumbo. Sobre todo si el equipo azulino contrarrestó su nefasto arranque sumando todos los puntos posibles en las siguientes cuatro jornadas. Lo uno por lo otro. Tan anormal es que ocurra una cosa como la otra.
Salvados pues los inconvenientes de una pretemporada algo convulsa, por otra parte nada novedoso en un club como el de la UD Melilla en las últimas temporadas, se podrían analizar otra series de circunstancias como han sido las continuas lesiones que afectaron al plantel azulino. El por qué, el cómo o el cuando. Hecho, por otra parte, del que ninguno de los equipos son ajenos aunque lo que sí está claro es que el club melillense ha contado con una amplia plantilla que ha hecho posible minimizar estos contratiempos.
Harina de otro costal sería el tema de la dirección técnica de la que Óscar Cano ha sido el principal responsable. El acierto o no a la hora de fichar; el disponer o no de los hombres adecuados para su propuesta inicial; el decidirse por uno u otro jugador a la hora de confeccionar un once de garantías; el tomar decisiones más o menos acertadas que, en muchas ocasiones, no han dejado indiferente al aficionado melillense. En fin, una serie de circunstancias que lógicamente también han podido afectar en mayor o menor medida al rendimiento del equipo. Aún así, y con todo ello, lo cierto es que el equipo ha dispuesto de varias ocasiones a lo largo del campeonato para haberse asentado entre los mejores, cosa que no ha sabido aprovechar.
El Melilla desperdició una ocasión de oro para situarse en las cuatro primeras plazas allá por el mes de diciembre, justo antes del parón navideño, cuando después de conseguir enlazar seis jornadas sin perder cayó en casa ante el Real Jaén (1-2), en un partido en el que desperdició una pena máxima a falta de tres minutos para la conclusión y que hubiera dado la victoria a los azulinos y en el que un fallo defensivo en el último suspiro permitió a los de Manolo Herrero llevarse los tres puntos en juego. A la semana siguiente se despedía el año con derrota en casa del Ceuta y se acababa la primera vuelta, al regreso de las vacaciones, cediendo otro empate ante un equipo inferior como el Sporting Villanueva que además acabó retirándose de la competición.
La segunda vuelta de campeonato realizada por la UD Melilla puede catalogarse de exitosa. Han sido ocho puntos más los que el equipo ha sumado con relación a la primera parte de la liga, incluido los seis de despacho. Los de Cano tuvieron un arranque espectacular en el se impusieron a dos equipos que ocupaban zona de liguilla como eran el Betis B (4-0) y el Linense (0-1). Un nuevo traspié en casa, en esta ocasión ante el Cacereño fue la antesala de otra derrota que hizo mucho daño; la cosechada en el Ciudad de Lucena ante el equipo de Falete que estará en el bombo de la siguiente fase. A raíz de ahí, el Melilla solo ha encajado dos derrotas. Una que entraba dentro de la lógica ante el Cádiz y otra, dolorosa donde las haya por inesperada y por las diferencias abismales entre los equipos, ante el Lorca Atlético que en aquellas fechas ocupaba la última posición de la tabla clasificatoria. Fue la última de las diez que ha encajado el conjunto norteafricano, cuatro más que ostenta en estos momentos el equipo que delimita la zona de play-off, el Real Jaén.
La UD Melilla cierra el presente ejercicio liguero habiendo sumado 16 de los últimos 18 puntos que estaban en liza y, lo dicho, con la sensación de que le han faltado algunas jornadas más para cumplir con el objetivo marcado. Álvarez Claro, otrora un auténtico fortín, ha sido en la presente un feudo del que muchos equipos han sacado provecho de su vulnerabilidad, pero el fútbol tiene estas cosas. La escuadra de Cano ha dejado escapar la friolera de 23 puntos del Municipal melillense. Tres derrotas ante tres de los equipos que jugarán por el ascenso (Linense, Lucena y Jaén) y siete empates, uno frente el campeón, refleja a las claras que el Melilla, de haber sido más sólido en casa, tenía cabida en el tren de cabeza.
Si uno echa cuentas, no tiene más remedio que ofuscarse al ver que con haber asegurado tan solo seis puntos más de los que volaron de casa, ahora estaríamos inmersos en los preparativos del deseado play-off de ascenso. “Vamos a ver si somos capaces de aprender de los errores para volver a intentarlo con más fuerza la temporada que viene”, manifestó Óscar Cano al término del último partido de liga. Que así sea.