La excavación aporta datos hasta ahora desconocidos de este personaje, como que la tumba podría haberse utilizado “como un lugar sagrado donde se conmemoraba la memoria del visir”. La tercera y última de las jornadas de Egiptología organizadas por la Fundación Gaselec y que se han venido celebrando desde el pasado miércoles dejaron entrever la posibilidad de que parte de la historia de una época muy concreta pueda sufrir grandes cambios.
Así al menos lo expresó el conferenciante de ayer, Francisco Martín-Valentín, quien junto a Teresa Bedman dirigen la campaña de excavaciones en la tumba nº 28 de Asasif (Luxor Occidental), correspondiente al visir Amen-Hotep Huy.
Martín explicó ayer a El Faro, instantes antes de que diera lugar su ponencia, que los hallazgos hasta ahora descubiertos en está tumba “pueden cambiar los libros de historia de Egipto en cuanto a los reinados del padre e hijo, Amen-Hotep III y Amen-Hotep IV, y el comienzo de la Amarna, un tema muy trascendente” y por el cual “está muy atento todo el mundo egiptológico”.
Además, subrayó que este anuncio se hace por primera vez en Melilla, “con lo cual todas las miradas están puestas aquí, en la Fundación Gaselec”.
El director de la excavación matizó sin embargo, que este pronóstico de posible cambio de la historia no lo puede confirmar con lo descubierto hasta ahora, y que habrá que esperar al avance de parte del proyecto futuro, que arranca de nuevo en octubre. “Si lo que esperamos ambos –en alusión a Bedman– se materializase, entonces sí que habrá que cambiar la historia”, subrayó.
De todas formas, lo que ya sí es seguro, tal y como apuntó Martín, es que “se va a ampliar el conocimiento de esta época en los libros sobre la historia de Egipto”.
Entre otras cosas, porque no existía prácticamente ningún dato de este visir, hecho que ha cambiado gracias a las excavaciones ya realizadas. Por ejemplo, poner rostro a su nombre, que se materializó durante la segunda campaña con el hallazgo de su cara, uno de los momentos “más impactantes” para los dos directores de esta campaña.
Martín también puso en valor la importancia de los hallazgos que hasta ahora se han descubierto por la relevancia de este personaje. “Gobernó el sur de Egipto en unos momentos muy terribles, previos a una gran revolución, que precisamente tuvo lugar en Tebas, donde él estaba”. Además, añadió, “el período al que pertenece, del reinado de Amen-Hotep III, fue muy importante y preludió la crisis amárnica y la revolución de Akhenaton”.
Mártir
Pero esta no es la única causa de que a partir de ahora esas hojas en blanco sobre este personaje dejen de estarlo, pues tal y como indicó Martín “se está revelando una segunda cuestión, en concreto el uso y la utilización de esta zona, en época posterior al visir, como un lugar sagrado donde se conmemoraba la memoria de este hombre como un mártir, porque seguramente que fue destruido por Akhenaton y como consecuencia de ello se hizo un lugar religioso para los Egipcios, donde se preparaban los cuerpos para ser momificados y enterrados en el patio de la misma tumba. Ello lo hacían porque pensaban que era un lugar donde Osiris estaba muy presente gracias a la intermediación del visir Amen-Hotep Huy”, relató Martín.
Sin embargo, junto a todas estas conclusiones, la excavación también tiene su importancia por el gran número de material que se está hallando.
En este sentido apuntó las más de 2.200 piezas reconocibles, “entendiendo como piezas desde objetos hasta fragmento con relieves de jeroglífico de paredes”. Asimismo se han hallado “un número considerable de objetos vinculados con el culto funerario, como pueden ser ushebtis, vasos canopos, mucha cerámica de resto de momificación, fragmentos de sarcófagos o una estatua, todo de una riqueza extraordinaria, y que augura mucho más”.
La cuarta campaña dará comienzo a partir de octubre, y como las tres anteriores, tendrá una duración de tres meses –hasta diciembre–. Se continuará en el punto justo donde concluyó la anterior, es decir, seguir profundizando en la excavación, que se quedó a 1,5 metros de profundidad.
“Este proyecto está concebido como un trabajo a largo plazo. Es una tumba de 1.000 metros cuadrados, con patio interior más probables rampas”, puntualizó Martín y que podrá seguir su andadura gracias a la aportación económica de la Fundación Gaselec, que como informó su presidente, Gustavo Cabanillas, correrá a partir de ahora con todos los gastos al haber retirado su partida el Instituto de Estudios del Antiguo Egipto, del Ministerio de Cultura.