En septiembre se iniciarán las obras para renovar las plazas interiores con nuevas cubiertas. La Autoridad Portuaria quiere acabar “con el chabolismo” existente. “El puerto deportivo ha dado buenos resultados durante los últimos diez años, pero ya está agotado y hay que cuidar el espacio público”, reflexionó ayer el presidente de la Autoridad Portuaria, Arturo Esteban. Anunció que en el mes de septiembre, después de la Feria de Melilla se iniciarán las obras para la remodelación y renovación de las instlaciones del puerto Noray.
Este proyecto pretende eliminar el “chabolismo”, un término que utilizó Esteban para denominar a las terrazas de los bares que existen hoy y pretende con ello dar un nuevo concepto al puerto deportivo con una nueva oferta que atraiga lo suficiente a los melillenses como para acudir allí no solamente los fines de semana sino todos los días.
El presupuesto con el que se cuenta es de 1,2 millones de euros, informó Esteban, quien confía en que su ejecución finalice para antes de la Navidad.
La principal actuación se verá reflejada en los patios interiores, los cuales contarán con nuevas cubiertas para darles “un aire nuevo” y se instalará una novedosa iluminación, que hasta ahora es “deficiente”, afirmó el presidente del ente portuario.
“Nuestra voluntad es que el puerto deportivo no sea únicamente un sitio de copas sino que todo tipo de público pueda acudir allí a comprar en las tiendas y tomar algo en una cafetería o en una pastelería”, aseveró Esteban.
Además, el puerto Noray tendrá una hora de cierre “por motivos de seguridad”.
El presidente de la Autoridad Portuaria explicó que ya se ha hablado de este proyecto con los propietarios de los locales que, si bien en un principio no estaban de acuerdo, ahora sí se ha conseguido un consenso generalizado. Esteban dijo confiar en que las obras no afecten en gran medida durante los fines de semana a la actividad normal del puerto deportivo y que se programarán las actuaciones para que así sea.
Además, el ente portuario también contempla actuar en los pantalanes de la dársena aprovechando la renovación de las instalaciones. Esteban recalcó que se trata de un proyecto “bonito y muy ambicioso” que pretende cambiar la imagen del puerto Noray ya que el modelo actual “está agotado y como gestores públicos debemos cuidar las instalaciones”.