Los presuntos miembros de la célula terrorista que quería “liberar” Melilla y Ceuta aseguran como conocen a Al Zarqaui tanto como a Cristiano Ronaldo. Uno de los presuntos miembros de una célula islamista detenidos en 2006 y acusados de planear atentados “para liberar Melilla y Ceuta y convertir de nuevo España en Al-Ándalus” negó ayer en la Audiencia Nacional que tuviera intención de inmolarse diciendo, entre risas: “¡Qué me voy a inmolar yo!”.
Así lo afirmó durante el segundo día de la vista oral celebrada ante la Sección Cuarta de este tribunal, el procesado, Mustapa Abderrahaman Ahmed, a quien el fiscal Carlos Bautista preguntó sobre los motivos por los que había redactado “poemas de despedida” y si planeaba cometer un atentado suicida.
“Hay una guerra allí en Ceuta que nadie se entiende. Hay gente enferma mental. Pasan cosas, violaciones, robos y la Policía no hace nada. Viene a por los peces pequeños porque no entendemos nada, somos débiles”, afirmó también Abderrahaman Ahmed ante la sala al final de su declaración.
Tal y como el resto de sus compañeros de banquillo, el acusado negó tener relación alguna con células islamistas y aseguró que solo conoce al que fuera líder de Al Qaeda en Irak, el terrorista Al Zarqaui, “como a Messi o a Cristiano Ronaldo”.
En la sesión de ayer también intervino Reduan Ahmed Abderrahaman, quien insistió en que él sólo conocía a los otros acusados del barrio del Príncipe y añadió que “nunca se le ha pasado por la cabeza atentar contra ninguna persona por su condición sexual o religiosa”.
Por su parte, el último de los acusados en declarar, Yusef Abderraham Ahmed, ha dicho que solo conocía por “rumores” los enfrentamientos que se produjeron en la mezquita de Darkawai y reconoció haber grabado junto a su hermano un vídeo que titularon como ‘La base’, que en árabe se dice Al Qaeda, en el que aparecía con un kalashnikov de juguete y las Torres Gemelas ardiendo.
Según relata el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales, la célula se fue formando a partir de abril de 2005 en la mezquita ceutí de Darkawia, en torno a la figura de Mohamed Fuad Abdeselam, que reunió un grupo que consiguió expulsar al imán del templo y sustituirlo por dos marroquíes “que predicaban la versión más extrema del islam”.
El Ministerio Público pide para los procesados una pena de ocho años de prisión por integración en organización terrorista, además de otros tres años para Abdelkrim Chaib Abdelaziz por el delito de falsedad y dos años y medio para Mustafá Abderrahman Ahmed por el de robo con intimidación.
Los acusados fueron detenidos en diciembre de 2006 en la denominada ‘Operación Duna’, dirigida por el entonces titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, Baltasar Garzón.