El fuego ocurrió a las 9:15 horas en los aledaños de Palma Santa. Una mujer y un niño subsaharianos tuvieron que ser rescatados, aunque afortunadamente no hubo que lamentar heridos.
Un incendio destruyó ayer a las 9:15 horas buena parte de las chabolas del poblado de Palma Santa. En concreto, el fuego arrasó una veintena de estas infraviviendas, la práctica totalidad de las que se encuentran cerca del cauce del Río de Oro.
Según informó la Delegación del Gobierno, el siniestro no se cobró vidas humanas y tampoco hubo que lamentar daños personas de ningún tipo, todo ello gracias a la rápida intervención de los Bomberos y de la Guardia Civil, que reaccionaron de inmediato y se personaron con numerosos efectivos en la zona del suceso.
Sólo tuvieron que ser rescatados de las llamas una mujer y un niño de corta edad, ambos subsaharianos, que se encontraban encerrados en una de las chabolas próximas a las incendiadas. Afortunadamente, ambos salieron ilesos.
Las infraviviendas que fueron pasto de las llamas no eran utilizadas como morada por los inmigrantes, sino más bien como una zona de ocio y esparcimiento. Por ello, a la hora del suceso, se encontraban prácticamente desiertas.
La actuación de los Bomberos y de la Benemérita se produjo sin ningún tipo de problemas y el incendio, cuyas causas aún no han sido determinadas, pudo ser sofocado con eficacia, sin más contratiempos que las pequeñas explosiones provocadas por algún camping gas.
Cuando acabaron la labores de extinción del fuego, operarios de la Ciudad Autónoma acudieron a retirar los muchos escombros que se acumulaban en el lugar del siniestro, una zona pedregosa y de difícil acceso, rodeada de basuras y una intensa maleza, elementos que contribuyeron a la rápida propagación del fuego.
Es el segundo incendio que se produce en el poblado chabolista de inmigrantes en lo que va de año, sin que en ninguno de los dos casos se registrara ningún tipo de daños personales. Algo que desgraciadamente no ocurrió en el incendio que sucedió en ese mismo lugar hace un año, en concreto el 26 de marzo de 2011, cuando tres inmigrantes subsaharianos murieron víctimas de las llamas.
Ante lo sucedido, el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, reiteró “el sinsentido del poblado chabolista” que se extiende por el Cerro de la Palma Santa y el cauce del Río de Oro, con un centenar de infraviviendas, “que conllevan un altísimo riesgo para sus moradores y usuarios, y por extensión para el conjunto de la población melillense.
Un CETI “modélico”
“Melilla cuenta con un Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) modélico, que ha sido reconocido como tal por distintos organismos nacionales y europeos”, señaló el delegado, por lo que reiteró que el poblado chabolista “no tiene razón de ser” actualmente en Melilla, sino que representa un grave riesgo de seguridad.
Para El Barkani, los incendios registrados en el mismo poblado avalan la conveniencia de reconducir a todos los inmigrantes hacia un régimen de permanencia en Melilla acorde con las garantías de seguridad y asistencia en servicios básicos como las que se dan en el CETI.
De hecho, muchos de los inquilinos y usuarios de esas chabolas son en su gran mayoría inmigrantes acogidos en el citado centro, al que también siguen acudiendo para beneficiarse de sus instalaciones y régimen de comidas, aunque usan las infraviviendas para eludir el régimen disciplinario del CETI.
Esto, a juicio del Delegado del Gobierno, debe corregirse en atención a las garantías de seguridad, salubridad, higiene y recepción de servicios básicos que merecen los inmigrantes irregulares.
Según el delegado, el poblado de chabolas es un problema enquistado frente al que no ha dejado de trabajar desde su toma de posesión con el fin de adoptar medidas que permitan erradicarlo con todas las garantías legales y el correspondiente respaldo de la Administración de Justicia.
Prodein apunta a una lumbre mal apagada durante el desayuno.
El máximo dirigente de la ONG melillense Prodein, José Palazón, visitó ayer por la tarde el poblado de chabolas para comprobar en qué estado se encontraban sus habitantes tras el susto mañanero y preguntar qué había ocurrido exactamente por la mañana.
Varios testigos señalaron que el fuego se había iniciado a causa de una lumbre mal apagada con la que habían calentado alimentos para el desayuno.
Según Palazón, existía cierto nerviosismo entre los inmigrantes que habitan las chabolas a causa de lo ocurrido, al tiempo que celebró la ausencia de heridos.
Asimismo, negó tajantemente que el incendio fuera un ajuste de cuentas por la muerte de un inmigrante argelino a manos de un tunecino el pasado viernes en la intersección entre la Carretera de Farhana y la de Circunvalación.
“Parece que todo se ha debido a un fuego mal apagado”, subrayó. Además, recalcó que las chabolas están hechas en su práctica totalidad de plástico y madera, por lo que apuntó que una simple ascua pudo haber originado el incendio, el cual se extendió con facilidad debido a que los materiales de estas infraviviendas son altamente inflamables.