El jugador del conjunto melillense destaca por sus sencillez y humildad.
Desde su llegada Almazán se ha convertido en una pieza fundamental del vestuario melillense. Sencillo y humilde, va en bicicleta todos los días a entrenar, reconoce que su amor por el baloncesto le viene de familia y que ha enseñado todo lo que sabe a su hermano Pablo (jugador del CAI Zaragoza). Sin duda un jugador que se ha adaptado perfectamente a Melilla, a la que llegó en parte por amor y donde pronto será padre de una nueva melillense.
–Viene de una familia de tradición de baloncesto, tus tíos fueron jugadores pero ¿cómo empieza Eloy a jugar al baloncesto?.
–Mi padre jugaba en Granada, en el Limpiezas Castor, junto a los hermanos Guardiola. También mi tío, Kiko Almazán, jugó al baloncesto y lo hizo precisamente aquí en Melilla y está la curiosidad que en vez de pagarle con un sueldo le pagaron dándole un Renault 5.
Además de mi padre y mi tío Kiko, tengo otros dos tíos que han jugado a baloncesto por lo que toda mi pasión por el baloncesto viene en mis genes. Recuerdo que en casa de mi abuela teníamos una canasta y todos mis primos jugábamos a baloncesto allí.
–Su hermano es Pablo Almazán jugador del CAI Zaragoza en la Liga Endesa, ¿cómo es su relación con él?, ¿os dais consejos?. Hay un rumor que dice que todo lo que sabe Pablo lo aprendió de usted, ¿es cierto?
–Yo le he enseñado todo. Desde que nació yo le puse una canasta en el cuarto y ha ido paso a paso. Lo bueno que tiene es que sabe todo lo que yo le he enseñado más lo que pone el de su cosecha y por eso está en ACB.
–Con una familia tan baloncestísticas, ¿se habla de algo más que baloncesto durante las comidas familiares?
–Cuando entramos por la puerta siempre lo primero que nos dice mi abuela es que alto somos, que como nos van las cosas, pero después de eso de lo que hablamos es de temas familiares y pasamos un buen rato entre risas. Somos una familia muy risueña y a la que nos gusta pasarlo bien.
–Dicen que es una persona muy positiva, gran compañero y uno de los graciosos del vestuario, ¿opina lo mismo?
–Es conocido por todo el mundo que en todos los vestuarios en los que he estado soy un hombre muy querido y simpático (entre risas).
Yo juego a baloncesto porque me gusta y siempre quiero que tengamos un buen ambiente. He tenido la suerte de coincidir con compañeros muy buenos como David Suka (hermano de Marcos Suka) que siempre han proporcionado un gran ambiente que es lo que me gusta.
–Además de todo esto, ¿se le puede considerar un romántico?, porque una de las razones por las que vino a Melilla fue el amor.
–Hace un año y medio que empecé una relación con mi actual pareja que es de Melilla y he tenido la gran suerte de poder terminar fichando aquí. Estoy muy contento de estar en Melilla porque además de ser un fichaje que buscaba, el clima, la gente y el club son increíbles.
–¿Qué tiene Melilla y este Melilla Baloncesto que anima a la paternidad?
–No se si será Melilla o las melillenses pero algo hay porque me acabo de enterar que dentro de cinco meses voy a ser padre de una niña.
–Una de las cosas que también destaca en Eloy es la sencillez y la humildad, de hecho lejos de la imagen que puede tener el público de los jugadores profesionales con cochazos yendo a los entrenamientos, usted va en bici. ¿A que se debe?
–Nunca he ido en bici a entrenar, lo que ocurre es que Melilla es una ciudad pequeña con muy buen clima y se puede ir en bicicleta a todos lados. Vivo casi al final del Paseo Marítimo y en bicicleta tardo tan solo cinco minutos. Creo que en Melilla lo mejor para moverte es tener una bicicleta.
–¿Qué le gusta hacer a Eloy fuera del baloncesto?
–Soy un persona muy sencilla a la que le gusta estar con mi novia y rodeado de mi gente y mis amigos. Me gusta lo que a todo el mundo el dar un vuelta o ir al cine.
–¿Cómo esta viendo la temporada hasta el momento para el equipo?
–Empezamos muy fuertes la primera vuelta, aunque no ganamos muchos partidos lejos de casa, y en esta segunda vuelta hemos tenido un poco de mala suerte con el problema de las lesiones y las enfermedades. Lo que deseo es que todos se pongan bien para que todo salga adelante. No nos hace falta trabajar más, ya que lo estamos haciendo muy duro, y lo que necesitamos son efectivos para que todo salga bien.
–¿Le gustaría continuar en Melilla?
–Es un sitio muy tranquilo y estoy muy agusto. La gente me trata muy bien y me gustaría seguir.