La mujer, una inmigrante subsahariana, ha puesto a su hija el nombre de “Pilar” en homenaje a los agentes de la Benemérita.
El pasado 10 de noviembre pudo haber sido un día trágico en Melilla que el cabo Javier Ferrón convirtió en un nuevo éxito de la Guardia Civil en el servicio que sus agentes prestan a la sociedad. Gracias a su intervención hoy siguen con vida tres personas: Un niño de 6 años, una mujer de 28 y la pequeña que ésta llevaba en su vientre y que nació el pasado 27 de febrero. La recién nacida se llama Pilar. Su madre, una inmigrante subsahariana que trataba de entrar irregularmente en Melilla cuando ocurrieron los hechos, ha decidido que la niña lleve el nombre de la patrona de la Guardia Civil en homenaje al agente que les salvó la vida.
Los hechos ocurrieron el pasado 10 de noviembre del año pasado. Entonces la Comandancia sólo dio a conocer que habían llegado diez inmigrantes subsaharianos a Melilla a bordo de una lancha a motor. Entre ellos había tres menores y una mujer embarazada que necesitó asistencia médica, por lo que fue trasladada hasta el Hospital Comarcal, aunque su situación no revestía gravedad.
Cuatro meses después, la Comandancia informa de la actuación que ese día protagonizó uno de sus agentes, el cabo Javier Ferrón.
El 10 de noviembre de 2011, el Centro de Control alertó del avistamiento de una embarcación a motor que se dirigía hacia el puerto de la ciudad. A bordo de la lancha viajaba una decena de inmigrantes.
Una vez trasmitida la información al Centro Operativo Complejo de la Guardia Civil, se ordenó el rápido desplazamiento de patrullas terretres y de agentes del GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) a la zona donde estaba teniendo el desembarque.
Al llegar a la zona, los agentes observaron cómo los inmigrantes había comenzado a subir por una pequeña escalera situada en las proximidades del cantil del muelle donde atraca el barco de Acciona Milenium II. En ese momento, dos de los inmigrantes, un niño y una mujer subsahariana embarazada que no sabían nadar, cayeron al agua y desaparecieron de la superficie.
Al observar la escena, el cabo Ferrón, uno de los agentes del GEAS que se había desplazado a la zona, decidió acudir en su ayuda. Para ello se quitó el arma reglamentaria y las botas y se arrojó al agua. Debido a la hora en que ocurrieron los hechos, las 20:30 horas de noviembre, ya había oscurecido y la visibilidad en esas aguas era muy reducida. Por ello, para conseguir localizar a los dos inmigrantes, el agente siguió el rastro de las burbujas que iban dejando según se precipitaban hacia el fondo.
Finalmente, explica la Comandancia en una nota de prensa, el cabo consiguió localizar a la mujer a unos 8 metros de profundidad. La abrazó y se dispuso a regresar a la superficie. En ese momento, cuando estaba ascendiendo, se encontró con el niño de 6 años que había llegado con el resto de inmigrantes en la embarcación y que también se había caído al agua. Agarró al pequeño y continuó nadando hacia la superficie. “El niño fue colocado en su espalda y la mujer llevada a la escalera para ser izada al cantil”, explica el gabinete de prensa de la Comandancia. Una vez en tierra firme, los agentes le realizaron a la mujer una maniobra de recuperación y fue evacuada inmediatamente junto al menor en una ambulancia hasta el Hospital Comarcal.
‘Un benemérito vestido de verde’
El 10 de noviembre del año pasado, Lydie Vanina Gbamale, una mujer costamarfileña de 28 años, “tuvo la dicha de encontrarse con un ‘benemérito vestido de verde’ que la sacó de las profundidades del frío mar invernal y con ella a la hija a la que hoy puede abrazar”, señala la Comandancia de la Guardia Civil.
La inmigrante, que cuando ocurrieron los hechos no había cumplido aún el octavo mes de embarazo, dio a luz el 27 de febrero. El nombre que ha elegido para la pequeña es un homenaje al Cuerpo de Seguridad al que pertenece el hombre que les salvó la vida a ella y a su hija recién nacida. “Lydie es también una persona agradecida y ha decidido poner a su hija el nombre de Pilar, patrona bajo cuya advocación se encuentra el Cuerpo al que pertenece su héroe desde 1913”, señala la Comandancia. “Sin ningún género de dudas, Javier Ferrón, con su acción salvó dos vidas y la que estaba por nacer, a pesar de las adversas condiciones del rescate, de la visibilidad nula, de la profundidad y de la zona de hundimiento pegada al muelle”, concluye la nota remitida por la Guardia Civil.