El jefe del Estado Mayor, José Jiménez Ruiz, visitó la ciudad para presidir un acto al que acudió una nutrida representación del Gobierno local en la plaza de la Aviación Española.
La plaza de la Aviación Española, en pleno centro de la ciudad, luce desde ayer una placa de reconocimiento con la que el Ejército del Aire quiso homenajear a Melilla por su la estrecha relación que mantiene y ha mantenido con el estamento militar.
El jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, José Jiménez Ruiz, y el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, fueron los encargados de descubrir la placa bajo la atenta mirada de una nutrida representación del Gobierno local, el comandante general de Melilla, Álvaro de la Peña Cuesta, y algunos melillenses que paseaban en esos momentos por la zona.
Jiménez Ruiz dijo sentir un especial cariño por la ciudad no solamente por la “calidad y categoría humana y cariño de los melillenses” sino porque, en el terreno personal, “soy melillense consorte” y de hecho su primogénita lleva el nombre de la Patrona de Melilla.
No obstante, el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire destacó la relación que ha tenido siempre la ciudad con la Aviación Española, que el pasado año celebró su primer centenario. Los primeros globos de la Aviación Española llegaron a Melilla en 1909, pero rápidamente la unidad se instaló en toda la zona del Protectorado con importantes bases en Celuán, Tawima o el Atalayón.
Jiménez Ruiz resaltó que Melilla “tiene una personalidad histórica” que, junto con su patrimonio, le hacen tener “más razones aún para optar a ser Patrimonio de la Humanidad”. En este sentido, el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire afirmó que el principal patrimonio de los melillenses es su ejemplo de “calidad humana y cariño”.
Por su parte, el mandatario melillense agradeció el gesto del Ejército del Aire con esta placa de homenaje y destacó que los aviadores españoles que realizaron su labor en la ciudad “aportaron lo mejor de sí mismos” y, en reconocimiento a ellos, en 2009 el Gobierno de la Ciudad remodeló la plaza que hoy se llama de la Aviación Española en honor también al piloto García Morato, cuyo busto lucía en ese mismo lugar.
“La relación de Melilla con el Ejército español no tiene parangón en ninguna otra ciudad”, destacó el presidente Imbroda, añadiendo que ambos han tenido un destino compartido siempre en el camino del progreso. De hecho, destacó el mandatario melillense, la plaza de la Aviación Española quiso con ella “perpetuar la memoria de lo que fue el futuro de la ciudad y que hoy es el presente” de la llegada de los primeros servicios de aeroestación, germen del Ejército del Aire.
Además, Imbroda destacó que la presencia de la Aviación Española en la ciudad no solamente tuvo un papel decisivo en el aspecto militar sino también en el social, “creando escuela de la que saldrían grandes pilotos del siglo XX”. El presidente de la Ciudad destacó también que Melilla ha protagonizado algunos hitos importantes en la historia de la Aviación Española como los aviones que partieron de la ciudad con destino a Gran Canaria, haciendo una escala en Casablanca el 6 de enero de 1924. “Los últimos 100 años en Melilla y también para la Aviación Española han sido intensos y decisivos para la modernización de la ciudad”, concluyó Imbroda.
Firma en el Libro de Oro de la Ciudad
Tras el descubrimiento de la placa en la plaza de la Aviación Española, las autoridades civiles y militares se desplazaron hasta el despacho de Presidencia donde el jefe del Estado Mayor, José Jiménez Ruiz, firmó en el Libro de Oro de la ciudad: “Como jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire quiero mostrar el orgullo que todos los aviadores sentimos al tener tanto cariño de los melillenses. Cariño que se nos ha demostrado durante toda nuestra historia y que agradecemos, pero sin él no tendríamos el Ejército que Melilla y España se merecen”.