El montaje de una ópera no es asunto sencillo, y mucho menos cuando se tienen muchos conciertos y compromisos con la cultura de la ciudad. Sin embargo, la idea no se iba de la mente de los componentes de la Asociación Banda de Música, Orquesta Sinfónica y Coro de Melilla. Han sido muchas horas de ensayos y mucho el esfuerzo realizado por más de los 80 componentes que de una forma u otra están implicados en este gran proyecto.
Es la primera vez que se monta una ópera completa en Melilla, aunque se ha adaptado un poco el libreto, tal y como indicó el presidente de esta asociación, Sergio Rincón.
Todo el equipo lleva ensayando esta semana de 21:00 horas a media noche en el Kursaal, viendo las posiciones sobre el escenario, el sonido, las luces, el decorado y perfeccionando cada detalle de este gran montaje artístico.
Gálvez aseguró que se trata de una ópera que tiene todos los componentes para que el público entendido en la materia y el que no, no se aburran viendo este espectáculo. Así, indicó que tiene una música muy cercana al público y muy aproximada al bel canto puro, por lo que permite la iniciación del público que desconozca la ópera.
Otro de los puntos fuertes de ‘L’ elisir d’amor’ es que tiene una trama romántica. Nemorino está enamorado de Adina con un amor apasionado y romántico y todos los esfuerzos que hace este pobre chico para conseguir el amor de esta mujer acaban siendo cómicos. Se aprovechan de él personajes como Dulcamara, un vendedor que en vez de ofrecerle un elixir de amor le vende vino.
Pero los melillenses podrán conocer mejor toda la trama de esta historia a través de los programas de mano que se podrán adquirir por un euro antes de cada función. De esta forma, no hay que tenerle miedo a que este montaje sea cantado y en italiano.
“Donizetti cuidó mucho la música y la forma vocal para que todo lo que pasase en escena fuese entendido. Es una ópera sencilla, pues son pocos los personajes, la trama es muy sencilla y por eso es cercana al público”, destacó Gálvez.
Los protagonistas
Como directora coral comentó las características del resto de los protagonistas. Así, destacó la intervención del Sebastián Alarcón, muy conocido en la ciudad y que en esta ópera en vez de tener un papel de tenor será el barítono que interprete a Dulcamara. Gálvez destacó que se trata de un papel muy difícil al ser muy pronunciado, pero que lo llevaba muy bien, a pesar de que se canta en un idioma que no domina. Además, a este personaje se le suma su aire cómico y pillo por lo que exige mucho esfuerzo, tal y como apuntó.
También cuentan con Francisco Javier Checa, que interpreta al enamorado Nemorino. Checa ya estuvo trabajando con la Asociación en Luisa Fernanda. Gálvez destacó la voz tan bonita que tiene.
Otro de los conocidos del público melillense por su intervención en ‘Traviatta’ es Antonio Torres, que hará de Belcore. Este barítono destaca por “su voz impresionante” y tiene un nombre en este mundo, apuntó Gálvez.
Por último, está Giannetta, que será interpretada por Teresa Huici. “Si algo tiene es que es buena actriz además de magnífica cantante”, resaltó la directora del coro.
El trabajo entre compañeros está siendo muy bueno, indicó Gálvez, pues ese entendimiento entre todos los protagonistas favorece la escenificación de esta ópera.
Descubrir la ópera
Cuando sólo hay una persona cantando sobre el escenario es que está interpretando una aria, y en esta ópera podemos encontrar una muy conocida, ‘Una furtiva lágrima’. Aunque lo que prima en esta montaje son los cuartetos con coro, según apuntó Gálvez. Otra de las características que descubrirán los melillenses en ‘L’elisir d’amore’ son las escenas que los cantantes llaman ‘recitativos’ que en los programas aparece como ‘escena y dueto’ o ‘escena y cuarteto’. En zarzuela sería hablado, pero que en ópera se canta, aunque no como el resto de los cuartetos. Así, sólo se acompañan de unos determinados acordes y se llega a recitar con un poco de entonación.
A los que no se ven
No obstante, la directora coral de esta puesta en escena remarcó la importancia y el trabajo que realiza el director de la orquesta, Josep Enric Herman Alapont.
Gálvez aseguró que el público suele dirigir los aplausos hacia los cantantes y los actores que están sobre el escenario, pero se debe tener en cuenta el gran número de músicos, más de 30, que estarán ‘sufriendo’ las estrecheces del foso del teatro Kursaal. No se les ve, pero el trabajo que realizan es parte fundamental para este tipo de montajes en los que la música no para en dos horas y media de espectáculo.
Gálvez resaltó que el foso del Kursaal está muy bien. Pero aún así hay un gran número de músicos a los que el público también debe dirigir un aplauso.
Otro de los ‘trabajos invisibles’ de ‘L’elisir d’amor’ es el realizado por el director de escena, David Balsa Gándara. Gálvez comentó que se encarga de todo lo que hay sobre el escenario, desde la regiduría al decorado, pasando por marcar las posiciones de los cantantes hasta dirigir las luces.
“Para que los cantantes podamos lucir en el escenario hay un trabajo detrás”, apuntó la directora del coro sobre el trabajo de Balsa Gándara.
Aún quedan entradas para los que aún no se han decido a ver esta gran puesta en escena, aunque tal y como apuntó Rincón, aquellos que no estén el viernes o el sábado en el Kursaal se arrepentirán cuando les cuenten lo bien que estuvo ‘L’elisir d’amor’.