Los asuntos de inmigración irregular que afectan a Melilla siempre tienen eco en el resto de España y en buena parte del extranjero.
La valla que rodea nuestra ciudad y la de Ceuta con el fin de frenar la llegada masiva de inmigrantes indocumentados está siempre en el ojo público. Y esto se debe a que de forma continua las personas venidas del África subsahariana que han alcanzado el lado marroquí de la frontera intentan saltar el obstáculo, anhelando llegar a suelo de la Unión Europea e intentar encontrar así una vida mejor.
Anteayer, la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados aprobó una proposición no de ley presentada por Unidos Podemos mediante la cual se solicitará al Gobierno la supresión de las ‘devoluciones en caliente’ en la frontera y la retirada de las concertinas instaladas en las vallas de Melilla y Ceuta. Esta proposición recibió el respaldo de todas las fuerzas políticas representadas en la Comisión de Interior, con la excepción de Ciudadanos, que optó por abstenerse, y el Partido Popular, que votó en contra.
Ayer, el vicepresidente primero de la Ciudad y consejero de Economía, Daniel Conesa, tildó ayer de “memez” la propuesta presentada por la comisión parlamentaria y añadió que esa medida no tiene “efectos prácticos”, puesto que, según afirmó, el rechazo en frontera no se va a derogar y tampoco se quitarán las concertinas del perímetro fronterizo.
El pasado martes, el Colegio de Abogados de Madrid organizó una exposición en la que hizo una protesta simbólica contra las vallas “de la vergüenza”, ubicando ante la fachada de su sede una serie de concertinas como crítica al material emplazado en el perímetro fronterizo para dificultar el salto a los subsaharianos.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, asistió a esa muestra. A primeros del pasado septiembre, cuando se produjo un salto masivo en Melilla, la regidora de la capital consideró que los que saltaron eran “los mejores”, palabras que el Gobierno de la Ciudad consideró entonces “un disparate” y que ayer recordó el propio Conesa.
Cuando se produjo el último salto a la valla, el pasado jueves, el presidente Imbroda afirmó que los intentos de salto seguirán produciéndose mientras la pobreza siga afectando a los países de origen de los inmigrantes. Como bien indicó el jefe del Gobierno local, ése es el origen del problema. Y esa situación solamente puede solucionarse con ayudas al desarrollo al África subsahariana. De lo contrario, todo seguirá igual.