{jaimage crop="TL" /}El consejero de Fomento, Juventud y Deportes califica de “dura” la sentencia contra el presidente de la FMF y asegura que se trata de un “conflicto” entre entidades privadas. El consejero de Fomento, Juventud y Deportes, Miguel Marín, aseguró ayer que en el hipotético caso de que algún representante del Gobierno de la Ciudad recibiera una sentencia como la que el Juzgado de la Penal nº 2 ha dictado contra el presidente de la Federación Melillense de Fútbol, Diego Martínez, “lo primero que haría sería dimitir y luego ya presentaría el recurso”.
El titular de la Consejería respondía así a preguntas de los periodistas sobre el fallo de esta sentencia, que calificó como “dura y cuyo contenido invoca hechos muy graves”.
Marín matizó que no se trata de “acusaciones cualquiera, sino de hechos imputados y de una sentencia muy grave”, subrayó.
Sin embargo, también apunto que no es una sentencia firme, y que por tanto, el condenado podía presentar un recurso, “como lo haría cualquier otro ciudadano”.
Respecto a si desde el área que dirige o desde el Gobierno de la Ciudad se iba a solicitar la renuncia al cargo del presidente de la FMF, Marín comentó que se trata de un “conflicto” entre entidades privadas y que por tanto, “desde el Gobierno no podemos exigir ninguna dimisión”.
En su edición del pasado miércoles, El Faro daba a conocer la sentencia del Juzgado de lo Penal nº 2 de Melilla contra el presidente de la FMF, al que se condenaba a un año de prisión, a la inhabilitación para el ejercicio de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y al pago de las costas procesales, como “autor criminalmente responsable de un delito de apropiación indebida”.
Según la sentencia, queda probado que la Federación Melillense de Fútbol recibió un dinero de la Real Federación Española de Fútbol que debía ser entregado a la UD Melilla y que Diego Martínez decidió retener, “lo cual le causó un evidente perjuicio” al equipo unionista que por aquel entonces dirigía Francisco Molina.
En concreto, el valor del cheque ascendía a 57.620 euros, una cantidad que debía haber recibido la UD Melilla por su participación en la Copa del Rey durante la temporada 2008-2009.
El juez explica igualmente que este cheque fue ingresado en la cuenta de la Federación Melillense y que se hizo uso de él, ya que en mayo de 2009, tres meses después de producirse el ingreso en esta cuenta del BBVA, el saldo que registraba era de 26.979 euros, cantidad netamente inferior a la ingresada en un principio.