La UD Melilla encara una semana crucial con las miras puestas en el Écija Balompié del ex técnico azulino Miguel Rivera que llegará a nuestra ciudad con la intención de sorprender a los melillenses.
Los integrantes del plantel unionista que participaron en el choque ante el Lucena CF, llevaron a cabo el pasado lunes un entrenamiento regenerativo mientras que los que no lo hicieron realizaron una sesión compensatoria.
Después de la jornada de descanso concedida por el cuerpo técnico para el día de ayer, la plantilla retoma las sesiones preparatorias y lo hace por partida doble como viene siendo habitual durante los miércoles de las últimas semanas.
Para la sesión matinal está previsto que, tras el calentamiento oportuno y los rondos posteriores, Óscar Cano someta a sus jugadores a un trabajo eminentemente técnico táctico en el que, a buen seguro, se incidirá sobre determinados aspectos tanto ofensivos como defensivos para afinar la puesta a punto de la maquinaria azulina de cara al trascendental encuentro del domingo ante el Écija Balompié que llega a Melilla ocupando puestos de descenso aunque rozando los de la permanencia.
Para la sesión de la tarde, que dará comienzo a las 17:00 horas, los componentes de la plantilla unionista llevarán a cabo una sesión más específica de cara a la mejora en el aspecto físico de los jugadores.
Salvo Povedano, que continua con la evolución favorable de las molestias que sufre en el tendón rotuliano de su rodilla derecha, el resto de futbolistas están en perfectas condiciones por lo que el entrenador granadino podrá escoger, salvo contratiempo inesperado, a los que considere oportuno para sacar adelante el compromiso ante el cuadro astigitano. Solabarrieta es el único jugador que, en principio, se perderá el partido al acumular la quinta amonestación.
Ante el Écija Balompié, que dirige el que fuera entrenador de la UD Melilla en la temporada 2003-2004, Miguel Rivera, la UD Melilla no puede volver a caer en errores precedentes y está obligada a ganar si no quiere verse descolgada de manera casi definitiva en la lucha por disputar el ascenso de categoría. A los de Óscar Cano solo le quedan trece partidos para conquistar el objetivo marcado para esta temporada por lo que no pueden permitirse fallar ni una sola vez más en casa. Es precisamente en su feudo donde el Melilla tiene su talón de Aquiles y a nadie escapa, ni a sus rivales tampoco, que los azulinos se atascan cuando no tienen espacios y cuando el contrario acumula hombres por detrás de la pelota en zonas próximas al área. Para ello, Cano dispone de hombres con la calidad suficiente para iluminar el camino adecuado y para llevar la luz hasta el final del túnel. Solo hay que acertar en la elección y juntarlos; tarea que corresponde al técnico azulino que, a buen seguro, seguirá madurando las posibilidades que ofrece la actual plantilla para acertar con la tecla deseada.
Para el duelo entre melillenses y astigitanos, el Comité Técnico de Árbitros ha designado al extremeño Carlos Sánchez Laso para impartir justicia. Sánchez Laso ya ha pitado a la UD Melilla esta temporada, fue en la primera jornada de liga en el partido disputado en la Ciudad Deportiva Luis del Sol y que supuso la primera derrota del conjunto azulino al caer derrotado (1-0) ante el Betis B. En el pasado ejercicio también dirigió al cuadro unionista aunque en esta ocasión con mayor fortuna ya que el Melilla venció en casa al CD Alcala (2-0) en la jornada 23 y, más tarde, en la 34, consiguió una abultada victoria 0-4, en uno de los partidos más completos de los de García Tébar al doblegar en la Ciudad Deportiva sevillista al Sevilla Atlético de Ramón Tejada