Al recibir el aviso de alto, el conductor decidió darse a la fuga, en la cual estuvo a punto de atropellar a un agente.
La pasada madrugada del sábado al domingo, la Policía Nacional y la Local llevaron a cabo una actuación coordinada para detener a un conductor que circulaba por las calles de Melilla a gran velocidad, según informó ayer en nota de prensa la Consejería de Seguridad Ciudadana de la Ciudad Autónoma.
Fue una patrulla de Policía Nacional que se encontraba de servicio la que observó como un vehículo circulaba a gran velocidad por una céntrica calle de la ciudad. Ante dicha situación, los agentes intentaron detener al conductor, haciendo éste caso omiso de las indicaciones acústicas y luminosas que le hicieron los agentes para que parara su marcha, emprendiendo una veloz huída en sentido contrario.
Los agentes de Policía Nacional iniciaron la persecución del coche sin perderlo de vista. En un calle cercana, una patrulla de Policía Local que se encontraba realizando el servicio nocturno observó como el vehículo que huía se acercaba hacia ellos. Uno de los agentes intentó dar el alto al conductor, sin que este le hiciera caso, teniendo que arrojarse el policía hacia un lateral de la calzada para evitar ser arrollado.
A partir de ese momento, ambos coches patrulla continuaron la persecución del coche a la fuga, pasando éste por una zona de ocio nocturno muy transitada, lo que puso en grave peligro a las personas y vehículos que circulaban con normalidad.
Otra patrulla de Policía Local se interpuso en el camino coche que huía, teniendo que desviar éste su marcha hacia el Puente de los Bomberos Pérez y Lirola, donde fue finalmente interceptado.
Lejos de deponer su actitud y como muestra de su resistencia a la autoridad, estando el coche ya detenido, los agentes tuvieron que realizar dos disparos al aire ante la negativa de sus ocupantes a salir del vehículo.
Ante dicha actitud, los agentes rompieron la luna delantera del coche para obligar a los ocupantes a salir del vehículo. En ese momento, ambos salieron de forma violenta intentando agredir a los policías, por lo que tuvieron que ser reducidos a la fuerza. Tras ser detenidos, ambos individuos fueron trasladados a dependencias policiales. El conductor está acusado de un delito contra la Seguridad Vial.