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Decenas de melillenses han hecho una parada esta mañana en el cauce del río de Oro para ver algo insólito.
Un toro de grandes dimensiones paseaba por esta zona perseguido por los cuidadores y la Policía.
A primera hora de la mañana el animal se escapó de la ganadería cuando intentaban trasladarle a un camión. Por suerte, en lugar de caminar por la ciudad, el toro opta por andar por el cauce. A la altura de los Jardines del Agua pasa la mayor parte de la mañana. Fueron muchos los intentos para acorralar al toro que se escapaba y llega hasta el último puente del río, junto al Paseo Marítimo.
Los cuidadores traen un toro manso para intentar atraerle hacia el camión. Los veterinarios toman la decisión de que ponerle varias dosis de tranquilizante. Al final, consiguen que el toro pase al camión tras el otro ejemplar manso.