Descubierto por dos empleadas en el muelle de carga del supermercado, las amenazó efectuando tres disparos con una pistola de fogueo pasada la medianoche de ayer.
Con un pasamontañas y con dos pistolas de fogueo son las pistas con las que cuentan las autoridades policiales para seguir el rastro del ‘caco’ huído que en la madrugada de ayer intentó robar en el supermercado Lidl de Melilla. Eran la una menos cuarto de la madrugada y el personal del supermercado, cuatro cajeras y un responsable, se disponían a realizar las tareas de carga y descarga en la zona de muelle de las instalaciones para recoger la mercancía de uno de los camiones.
Según informó el consejero de Seguridad Ciudadana, Javier Calderón, a El Faro, una de las empleadas descubrió al supuesto ladrón escondido en la zona de carga y descarga del supermercado. Éste, ataviado con un pasamontañas, no dudó en sacar una de sus pistolas. Ante los gritos de auxilio de la trabajadora, otra de ellas acudió al lugar.
Hasta tres disparos efectuó el supuesto ladrón, al enfrentarse al responsable adjunto del supermercado que había acudido ante los gritos de socorro de las dos empleadas. Éstas, recluídas en uno de los aseos, no está claro si por su propia voluntad para protegerse de la agresividad del ladrón u obligadas por el propio ‘caco’ para hacer efectiva su fechoría, llamaron a la Policía.
Mientras el responsable adjunto se enfrentaba al ladrón, éste sacó una segunda pistola. El trabajador del supermercado se percató de que ambas armas eran de fogueo y continuó el enfrentamiento hasta que llegaron las patrullas policiales.
Tanto la Policía Local como el Cuerpo Nacional de Policía se personaron en el lugar e intentaron atrapar al presunto ‘caco’ que emprendió la huída al percatarse de la presencia de los agentes, consiguiendo escapar.
Por ello, las pesquisas policiales se centran ahora en la identificación de esta persona a través de los testimonios de los trabajadores implicados en el asalto, que por fortuna no resultaron heridos. Sin embargo, sí fueron atendidas las dos cajeras a las que el supuesto ladrón había amenazado con sus pistolas a causa del estado de nerviosismo en el que se encontraban.
El consejero de Seguridad Ciudadana no pudo ofrecer más detalles sobre la indumentaria del supuesto ladrón y la investigación de los hechos ya está en manos de la Policía Nacional.
Varios agentes se personaron ayer por la mañana en el supermercado para recabar más pistas que pudieran identificar a esta persona así como recoger los testimonios de los trabajadores que estuvieron presentes.
Las grabaciones de las cámaras de seguridad del establecimiento serán, a buen seguro, un valioso material para determinar con exactitud el desarrollo de los hechos y recabar la máxima información sobre el supuesto ladrón para ser identificado y hacer así una búsqueda más efectiva.
No obstante, la investigación puede ser más dificultosa por el hecho de que esta persona iba encapuchada por lo que los testimonios de los tres trabajadores del Lidl podrán ofrecer más pistas sobre las que las autoridades policiales puedan trabajar.
Entre los empleados del supermercado melillense, lo sucedido en la madrugada de ayer fue el tema más comentado de la jornada. La preocupación por lo acaecido se reflejaba en sus rostros y conversaciones, aunque ello no impidió que la jornada de ayer transcurriera con relativa normalidad.
Los responsables de la cadena alemana de este supermercado no pudo ofrecer más detalles de lo sucedido y declinó hacer análisis alguno, ya que la recomendación de las autoridades policiales en estos casos es que no se desvelen detalles por prudencia y para proteger la investigación policial.