La comunidad gitana montó ayer una muestra para todos los melillenses de cómo celebran la Navidad.
Dos pequeños fueron los primeros en inaugurar el escenario de la carpa de Navidad situada en la plaza de las Culturas. Con sus zapateos y ese arte anunciaron que las actuaciones de los mayores estaban a punto de comenzar. Así comenzó la muestra de la Navidad gitana, una fiesta a la que estaba convocada toda la ciudad y que congregó a más de 200 personas que disfrutaron de la buena comida y del arte de las guitarras y las voces de los ‘calé’.
La carpa se abrió al público a las 20:30 horas y en apenas media hora, los embutidos, las tortillas, empanadas y los platos típicos de la Navidad en la casa de los gitanos melillenses desaparecieron de las mesas, como por ejemplo, el potaje de garbanzos con bacalao o con espinacas, magro de cerco, sangre y el cerdo asado.
El presidente de la comunidad gitana, Francisco Carmona, aseguró que lo importante de este día era mostrar un año más las comidas típicas que hay sobre las mesas de las familias gitanas en la Navidad y que todos los melillenses disfrutaran de ellas acompañadas de los cantes y los bailes de un grupo de jóvenes.
La secretaria de este colectivo, Manuela Medrano, comentó a El Faro que al contrario que muchas otras personas piensan, la Navidad gitana “es como la de los payos cristianos”, ya que creen y celebran el nacimiento de Jesús.
De esta forma, explicó que dentro de la comunidad hay evangelistas y católicos, por lo que cada familia en su intimidad luego expresa sus oraciones, pero que en general, la Navidad para los gitanos se vive en comunidad.
Con villancicos acompañados de un cajón, de dos guitarras y un piano, los nueve componentes de este grupo de artistas animaron esta fiesta con su salero y gracia.