El vicario episcopal de la ciudad explica en El Faro por qué los cristianos celebran la Navidad, un periodo festivo pero también de reflexión sobre el camino por el trascurre sus vidas.
El vicario episcopal de Melilla, Roberto Rojo Aguado, comentó en El Faro cúales son las características de la celebración de la Navidad para los cristianos. Estas fechas en las que deseamos felicidad y paz tienen un significado especial para los fieles católicos, ya que no sólo se conmemora el nacimiento de Jesús, sino que se da un periodo de reflexión sobre la vida.
–¿Qué es la Navidad para los cristianos?
–La Navidad viene de una fiesta pagana. Hay que partir de la realidad. Era la fiesta de la luz, porque es cuando los días comienzan a ser más largos. No sabemos cuándo es el nacimiento de Jesús, porque realmente para los cristianos lo importante es que murió en una cruz y resucitó y esa fecha sí se sabe fija. Por eso la Semana Santa cambia de mes, ya que el pueblo judío se rige por otro calendario. ¿Qué es Jesús para los cristianos? Es esa nueva luz que viene a iluminar al mundo. Para los cristianos el nacimiento de Jesús es el nacimiento de la gracia de Dios. Éste es el origen de la fiesta.
–¿Y por qué se celebra esta fecha?
–Para los cristianos el nacimiento de Jesús es celebrar que Dios se hace hombre, que es uno como nosotros. Como se recoge en los evangelios, era un niño indefenso que nació en una familia humilde y que tan sólo se puede reconocer que es hijo de Dios desde la fe, y no porque venga con un poder especial. Era el más humilde para poder llegar a todos. Quizás éste sea uno de los significados más importantes para los cristianos. Quien mejor describe el nacimiento de Jesús es el Evangelio de Lucas, también conocido como el evangelio de los pobres. Jesús vino pobre y para los necesitados. Siempre que hablamos de pobres creemos que es una cuestión monetaria, pero en realidad se refiere a un significado más amplio, como los enfermos, los desvalidos, los que están en la cárcel, esto es, todas esas personas que están con falta de amor. El Jesús que nace es amor entre los hombres.
–¿Cómo celebran los cristianos esta fiesta?
–Celebramos el nacimiento de Jesús, aunque lo hiciera hace 2.000 años. Los cristianos esperamos que este niño que nació vuelva en el final de los tiempos, aunque el tiempo de Dios no es el tiempo de los hombres. Nos toca preparar esta llegada celebrando el nacimiento de este niño. Nos toca cambiar y transformar los corazones para que esa paz, misericordia de Dios y ese amor esté en nosotros y vayamos contruyendo ese reino que ha puesto en nuestras manos. Por eso, celebrar el nacimiento de Jesús para los cristianos significa que habite en nuestros hogares y corazones, que cambie nuestra forma de ser, que nos comprendamos, pero no sólo porque es Navidad, sino durante todo el año. Tenemos que darnos cuenta de que si el hijo de Dios nace niño e indefenso es porque también nosotros somos infensos ante el mundo, pero que podemos hacer de esta sociedad un mundo diferente. Éste es el sentido de la Navidad.
–¿Pero no siempre se celebra la Navidad de esta forma?
–La realidad es que va a seguir habiendo paro, crisis, gente que pasa hambre, pero también debemos trasformar nuestro corazonas para ser sensibles con los demás y que estemos cerca de los que más nos necesiten. No porque podamos cambiar los males, sino por hacernos como ellos. Jesús no pudo solucionar problemas, tan sólo estuvo cerca de aquéllos que los tenían. Se identificó con ellos. Los cristianos nos tenemos que identificar con esas personas y aunque no podamos solucionar los problemas, en la gracia de Dios encontramos esa felicidad que nos da y que puede hacer que nos ayudemos.
–Esa forma de vivir la Navidad no coincide con la que vemos por las calles.
–Ésta es la Navidad, que quizás sea distinta a la que vive la gente. La Navidad para muchas personas son los regalos, las comidas, estar con los amigos, el decir: ¡Felices fiestas! Pero para el cristiano debe ser ¡Feliz Navidad!, porque eso quiere decir que llevamos a Jesús con nosotros.
–Un mes antes de la fecha del nacimiento de Jesús se realiza un periodo de reflexión que es el Adviento.
–Estas cuatro semanas sirven para darnos cuenta de qué en lo que humanamente fallamos, qué podemos cambiar y qué necesitamos de Dios para sentir ese conrazón que tienen que ser sensible, que es lo importante. El dinero va a seguir siendo el mismo, y la vida seguirá igual, pero con una sensibilidad diferente, cargada de ternura, cercanía, comprensión y amor.
–Se parece esta reflexión a los propósitos que se realizan por la llegada del año nuevo.
–Hay momentos en nuestra vida que es conveniente parar y preguntarnos si vamos por el camino correcto o nos tenemos que desviar. Es esa trasformación la que nosotros debemos hacer y hay que pararse. A veces, vamos por el mundo y el mundo no sabemos por dónde nos lleva. No podemos permitirlo, debemos parar de vez en cuando. Es como un coche, ¿no se le hace la puesta a punto? Pues igual con los humanos para que sigamos teniendo un corazón de carne y que no se endurezca, porque es verdad que el mundo nos endurezce, por ello hay que dar gracias a Dios por habernos dado a un Cristo que nos sensibiliza. El verlo niño nos hace observar al resto de los niños, que también son sensibles. Ellos piensan en esta fechas en qué me van a regalar, a dónde vamos a ir, y qué vamos a ver. Ellos están descubriendo el mundo con toda su inocencia y nunca piensan que les van a hacer daño. Más bien al revés, los niños piensan en todo lo positivo, en la felicidad. Es lo que Dios quiere, que seamos un poco como niños, que pensemos en felicidad.
–Otra de las festividades que se celebra es el día de los Reyes Magos.
–España es el único sitio donde se celebra en las calles y con regalos de manera general. Es la epifanía del Señor, que es reconocerle como Rey Salvador. Esa estrella que anunció a los Reyes Magos, según se recoge en la escrituras, les hizo ver y pensar que nacía en la Tierra alguien muy especial que llevaba su estrella. Tenían que adorarlo. Es como el que se encuentra un gran acontecimiento y no quiere perdérselo. Nosotros tampoco queremos perdernos el encontrar esos poderes que no son de este mundo, como la misericordia, la paz, el amor y el perdón, que son los grandes regalos que están en nuestras manos y que los hemos trasformado en presentes físicos. Incluso nos gusta verlos en la inocencida de los niños. Realmente el gran regalo que nos da Dios es esta adoración. Creemos que nosotros le llevamos regalos, pero en realidad es él que nos lo da.
–¿Qué es la misa del gallo que se realiza el 24 de diciembre por la noche?
–En estas fechas hay muchos momentos muy entrañables, como la misa tradicional que se realiza a las doce de la noche. Se anuncia la nueva luz que resplandece y se llama misa del gallo porque ya viene el albor del día. Se adelanta el amanecer ante el nacimiento de Jesús. El cántico, la pandereta y el villancico, el ir a adolarlo en el albor del día son las partes importantes. Alrededor de todo esto está la bendición de la mesa de la Nochebuena cuando se sientan a cenar las familias. Esta noche es cuando el niño Jesús se coloca en el belén, es decir, se le entroniza y comienza la cena un momento entrañable y familiar. También está el día de la Sagrada Familia. Jesús, María y José son una familia sencila y nos hace ver que nosotros somos esas iglesias de domésticas que estamos haciendo presente al Señor en el mundo de hoy. Otra de las fiestas es el principio del año, no sólo son las uvas, el cotillón y el cava. Es el día de la Paz, es el día de Santa María Madre de Dios, para reconocerla como tal y que comenzemos el año con la paz del Señor.
–¿En estas fechas los cristianos deben reflexionar sobre algún tema en concreto?
–Debemos pensar principalmente en la familia. Estas fechas sin familia son tristes, por eso cuando nos falta alguien se convierte en algo melancólico.Pero para cambiar esas fiestas de tristes en alegres están esos niños que corretean y juegan y que no entienden de muchas cosas, pero nos ofrecen su alegría. La familia en estas fechas es importante, no sólo para los cristianos sino que es un referente para todos. Y otra cosa para destacar es la sensibilidad. Muchos se acuerdan en Navidad de que hay pobres, pero pobres hay en todo el año. Que seamos sensibles antes los pobres es importante y que no nos acordemos porque comemos jamón o pavo, sino durante todo el año. Podemos ayudar desde nuestro sentir cristiano. Los dos aspectos más importantes que debemos señalar de la Navidad, la familia y los que más nos necesitan.