El diputado califica la decisión del Parlamento Europeo de “incomprensible”. El diputado del Partido Popular por Melilla al Congreso, Antonio Gutiérrez, aseguró ayer en declaraciones a El Faro que el veto del convenio de pesca entre la Unión Europea y Marruecos realizado en la jornada del miércoles por el Parlamento Europeo “tiene unos efectos perversos sobre la economía española, especialmente andaluza y canaria –puertos a los que pertenece la mayoría de la flota afectada–, donde realmente, debido a la situación de crisis actual, esto es un eslabón más para que la crisis se note mucho más en un sector tan sensible”.
Para Gutiérrez, el veto llega en un momento “inoportuno” para España y por el contrario “beneficia profundamente a Marruecos en todos sus intereses geoestratégicos y le hace mucho más fuerte en el tema del Sahara”.
Recordó que el tema del Sahara va a estar en la agenda de Naciones Unidas como territorios pendientes de descolonización y que por tanto, “la diplomacia marroquí se está moviendo para que no haya referéndum y en caso de ser así, que éste sea favorable a sus intereses, convirtiéndola en una región descentralizada pero dependiente de Marruecos. Creo que el tema va más por Sahara que por Melilla y Ceuta”, subrayó.
En su opinión, el régimen de Rabat “no está con la lupa encima de Melilla y Ceuta. Bastante tema es ya la moneda de cambio de los estatutos en materia de economía”, afirmó y lamentó el “golpe que se le da a una economía tan frágil como la española, en el momento peor. Creo que esa es la verdadera moneda de cambio, poner a Europa en la tesitura de apoyar la economía española o apoyar la emergente economía marroquí que tiene profundos aliados”.
También calificó el acuerdo de “incomprensible”, a la vez que señaló que el país vecino “lo aprovechará para bien suyo, amparádose en el acuerdo de aliado preferencial de la Unión Europea porque están empeñados en un despegue competitivo importante y en ser un socio competitivo importante”.
Sin embargo, también matizó que no cree que esté interesado en “ninguna política de confrontación con el Gobierno español” .