El parlamentario Antonio Gutiérrez se pronuncia en el mismo término y se muestra convencido de que ni Melilla ni Ceuta serán utilizadas como moneda de cambio en una posible presión del país vecino.
El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, consideró ayer que la decisión del Parlamento Europeo de rechazar el acuerdo de pesca con Marruecos no debe incidir en la buena relación que existe entre la ciudad autónoma y el reino alauita, una opinión que también comparte su compañero de partido y diputado en el Congreso Antonio Gutiérrez, quien en declaraciones a El Faro señaló que no cree en la posibilidad de que el país vecino utilice, como ha hecho en otras ocasiones, sus reivindicaciones de soberanía sobre Melilla y Ceuta como moneda de cambio.
Imbroda aseguró que no espera ninguna represalia de Marruecos hacia algún país de la Unión Europea como España, o en particular hacia Melilla, como consecuencia de este veto, ya que eso sería “rizar el rizo” y el país vecino no tendría por qué tener esa actitud.
Gutiérrez afirmó al respecto que esta decisión del Parlamento Europeo “está totalmente desvinculada de Melilla y Ceuta” y no cree que sea “moneda de cambio de ninguna manera”.
En similares términos se expresó el líder de los socialistas locales, Dionisio Muñoz, quien no encuentra una relación entre un asunto y otro y para quien esta cuestión tiene que ver más con la soberanía del pueblo saharaui y de sus aguas territoriales.
La nota discordante en este consenso generalizado la puso el portavoz de Populares en Libertad (PPL) en la Asamblea de Melilla, Julio Liarte, quien llegó a comentar, en declaraciones a El Faro que “no es la primera vez que ocurre ni ocurrirá” y que por tanto se puede deducir que “intentará presionar a España sobre cuestiones como la inmigración, el trafico fronterizo o la presión política”.
Imbroda, por su parte, insistió en su rechazo de que la decisión del Parlamento Europeo tenga incidencia para Melilla y recordó que quien negocia este acuerdo es la Unión Europea y el que ha decidido vetarlo fue precisamente el Parlamento, por lo que Marruecos deberá sentarse a negociar con esos organismos.
Asimismo subrayó que Marruecos es el país que tiene un mejor acuerdo con la Unión Europea al ser socio preferencial; un aspecto con el que dijo que está de acuerdo, “porque ese tiene que ser el camino”.
También apuntó que el veto no afectará a Melilla porque el pescado que se consume en la ciudad no procede de la flota europea que pesca en los caladeros marroquíes, sino que llega de las zonas limítrofes del país vecino o de las flotas de Almería y Málaga.
Un veto que afecta a 138 barcos
El veto al convenio de pesca entre Marruecos y la Unión Europea que realizó el pasado miércoles el Parlamento Europeo se firmó en 2007 y se ratificaba año tras año. Sin embardo, desde el 28 de febrero pasado estaba todavía pendiente de la prórroga para el presente ejercicio.
Debido a que la renovación de esa prórroga se creía segura, los barcos europeos habían seguido faenando en aguas marroquíes durante todos estos meses.
El acuerdo ofrecía 119 licencias a la flota europea, más una cuota adicional para especies como la anchoa, caballa o arenque, que sitúan en 138 el número de embarcaciones beneficiadas.
De ellas, la gran mayoría, casi 100, corresponden a puertos españoles, principalmente de Andalucía y de Canarias.
A cambio de que Marruecos dejara faenar en sus aguas a esta flota, la UE pagaba al año 36,1 millones de euros al país magrebí, una parte destinada a su sector y otra a proyectos de desarrollo.
La Eurocámara rechazó por 326 votos a favor, 296 en contra y 58 abstenciones la prórroga del acuerdo pesquero, porque considera que causa la sobreexplotación de algunas especies y es ilegal, según el derecho internacional, ya que interfiere en los recursos de la población local saharaui.