El plantel azulino encara la recta final de la semana con la idea de conquistar el fortín caballa, en un duelo de altos vuelos para los dos equipos.
Los encuentros entre la AD Ceuta y UD Melilla o viceversa, no pueden catalogarse como un partido más. Son, siempre, algo más emotivos por lo de la 'rivalidad regional' y por la similitud con la que suelen afrontar la competición. Sin embargo, esta temporada es quizás la que menos igualdad existe entre ambas entidades. La crisis ha afectado a todo el mundo, pero, a nivel comparativo, no cabe duda que al Ceuta más que al Melilla. Al menos en cuanto a la subvención que reciben de las Ciudades Autónomas. El club caballa ha recibido un 'tijeretazo' considerable en relación con la subvención recibida del Gobierno ceutí la temporada pasada, mientras que la entidad melillense lo ha sufrido en menor medida. Hecho que, en principio, debería traducirse en la relación calidad-precio plantilla; pero no cabe duda que, a pesar de ello, el equipo ceutí ha sabido confeccionar una plantilla de gran nivel y, al igual que el Melilla, muy competitiva. Lo que hace que el duelo fraticida del sábado adquiera una especial relevancia, ya sea por ver quién se impone a quién o por ser una auténtica prueba de fuego para las dos escuadras que tendrán ocasión de medir su potencial ante un rival cualificado a la vez que buscarán salir reforzadas del envite.
El derbi norteafricano llega además en un momento de dudas para los dos equipos. Más para los caballas que para los azulinos. El Ceuta no termina, por una cosa u otra, de coger el ritmo a la competición; mientras que el Melilla, tras un inicio desesperanzador, ha sabido enderezar el rumbo y situarse en la zona 'caliente' de la tabla. Un equipo, el melillense, que vio frenada el pasado domingo su magnífica racha de seis encuentros sin perder, ante un equipo bien organizado, pero en el momento menos esperado e inadecuado. Aunque lo peor de todo, independientemente del resultado, fue la pobre sensación que dieron los unionistas sobre todo en la segunda mitad y que volvió a generar dudas que parecían olvidadas.
Aún así, ambos equipos afrontarán el derbi con la intención de sumar los tres puntos en juego a pesar de que tanto Sergio Lobera como Óscar Cano contarán con bajas significativas en sus filas. A las bajas por lesión de Diego Segura y Aitor, en el Ceuta, se suma la del zaguero Germán Rojas por sanción al tener que cumplir ciclo por acumulación de amonestaciones. Por parte del Melilla, Nino será baja segura por lesión, mientras que Dorronsoro, Povedano y Álvaro Del Moral, que podrían forzar para llegar, no regresarán a los terrenos de juego hasta la vuelta de las vacaciones por precaución, ya que el técnico unionista prefiere no arriesgar y así disponer de ellos en perfectas condiciones cuando se reanude la competición.
Centrados en el partido ante el Ceuta, el plantel azulino se ejercitó ayer en sesión matinal. El entrenamiento comenzó con un trabajo preventivo que dio paso a una serie de ejercicios en el que se trabajó la finalización. Posteriormente, los jugadores realizaron un trabajo técnico táctico con diferentes premisas de cara al choque de pasado mañana, que dio paso aun partido a tres cuartas partes del campo en el que se enfrentaron once contra once y en el que se pudo dilucidar el posible once inicial que saltará al Alfonso Murube.
Dorronsoro, Povedano, Álvaro Del Moral y Nino trabajaron aparte. Primero tuvieron una sesión con Halee, fisioterapeuta del club, y después trabajaron bajo las directrices de Augusto Hoyo, preparador físico del equipo. Hay que destacar que Dorronsoro y Del Moral lo hicieron a mayor intensidad. El meta cántabro ya trabajó con balón y en los próximos días comenzará a hacerlo en la portería.