La ONG melillense sostiene que muchos jóvenes inmigrantes sólo acuden al centro cuando llevan varios meses en la calle y luego vuelven a marcharse.
La ONG melillense Pro Derechos de la Infancia (Prodein) afirmó en la jornada de ayer que, pese a la saturación que existe en el centro de menores no acompañados de La Purísima, hay un elevado número de jóvenes vagabundeando por la ciudad que no se encuentra bajo la tutela del Gobierno local.
Según afirmó, los jóvenes que llegan a la ciudad se niegan a asistir al centro y se dedican a merodear por la ciudad a la espera de una oportunidad para colarse en algún barco con destino a la La Península.
No obstante, cuando llevan varios meses malviviendo en las calles gracias a la venta de chicles o pañuelos, deciden acudir al centro.
“Muchos acaban fatal después de una larga temporada sin la atención necesaria”, afirmó Palazón, “así que acuden a La Purísima y muchas veces sólo pasan unas cuantas noches antes de volver a marcharse”.
De este modo, explicó que las últimas entradas de menores en Melilla no son las causantes de que el centro esté saturado, sino que se encuentra por encima de su capacidad a causa de los que ya llevan un tiempo dentro de la ciudad y deciden acudir al centro.
“La frontera ha estado muy tranquila durante las últimas semanas”, afirmó, “sin embargo, salta a la vista que hay muchos más niños rondando por las calles, sobre todos por los alrededores de Melilla La Vieja, ya que es en esta zona donde esperan a que se haga de noche para intentar subir a un barco”, agregó.
Por otro lado, aseguró que la política del Gobierno local en el tema de menores extranjeros es la de hacer de La Purísima “un sitio incómodo” para que los jóvenes decidan no quedarse.
Incremento inusual
En cuanto a las causas sobre la alta presencia de menores inmigrantes en la ciudad, consideró que no había un motivo en concreto. “La crisis también se nota al otro lado de la frontera, es muy probable que las entradas no desaparezcan del todo durante un buen tiempo”, destacó.
Hay que recordar que en otros años la tónica habitual era un incremento en el número de entradas durante el mes de septiembre, coincidiendo con el final de la Feria de Melilla, ya que los inmigrantes intentan ocultarse en los camiones de las atracciones.
Sin embargo, en esta ocasión continuaron llegando menores una vez finalizada la Operación Feriante, lo cual rompía con la tendencia de año anteriores.
En septiembre, después de unos días de constantes entradas, la presión migratoria se redujo, aunque el goteo en el número de llegadas se convirtió en habitual, provocando que La Purísima y el resto de centros de menores se saturaran en poco tiempo.
Según lo afirmado por Palazón, pese a la situación la gran mayoría de los menores no se encuentra residiendo en ninguno de estos centros, sino que vagabundean por las calles a la espera de poder pasar a la península de manera irregular.
Bienestar Social dice que la situación está al límite.
En la jornada de ayer se produjeron siete nuevas entradas de menores inmigrantes, incrementando la presión asistencial del centro de La Purísima, totalmente saturado y muy por encima de su capacidad real.
Según afirmó a los medios de comunicación la consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, ayer entraron en el centro cuatro menores de origen marroquí y tres subsaharianos, que sitúan la cifra de residentes en torno a los 180, 120 por encima de su capacidad real.
En esta semana, se ha batido un récord de entradas de menores, con catorce en un mismo día, lo que ha elevado la preocupación del Gobierno melillense, ya que Garbín consideró que la situación está “al límite”.
La Policía ha abierto líneas de investigación para determinar cómo y por dónde entran los menores que, en algunos casos, manifiestan llegar a Melilla en compañía de familiares.
El resto de instalaciones con los que cuenta el Ejecutivo local para atender a los jóvenes inmigrantes también se encuentran al límite de su capacidad.
Es de esperar que cuando se inaugure el nuevo Centro de Menores Infractores, que actualmente ocupa un módulo de La Purísima, la situación mejore.