De todos los equipos situados por delante del conjunto melillense, tan sólo el Betis B, nuevo líder, ganó su partido en esta última jornada de liga.
La suerte parece que empieza a cambiarle a la escuadra que dirige Óscar Cano. Si ante el Lorca Atlético el equipo rescató un punto en el último suspiro, ante el CD San Roque la diosa Fortuna, en esta ocasión, no le fue esquiva y consiguió tres puntos de oro que catapultan a los azulinos hasta la octava posición de la tabla y sitúan al equipo melillense a cinco puntos del Cádiz CF, cuarto clasificado y equipo que cierra los puestos que dan derecho a la disputa de las eliminatorias de ascenso a Segunda División A.
La escuadra unionista, que hasta el ocaso del primer tiempo, no dio señales de vida en ataque, se bastó con el orden defensivo para anular la capacidad ofensiva de los leperos y marcharse al vestuario con un empate inicial que daba pie a la esperanza aunque mucho debía mejorar para salir airoso del envite. El primer cuarto de hora de la continuación fue de lo mejor que hasta ahora se ha podido ver del Melilla, ya que regresó al terreno de juego decidido a hacerse con el triunfo. Todo había cambiado y las sensaciones eran distintas. El Melilla acosaba el área rival y el San Roque bastante hacía con defenderse. Todo, hasta que saltó al terreno de juego un jugador que debía estar ya en la agenda del equipo azulino: Jesús Rubio. El centrocampista extremeño (Plasencia- Cáceres 4/2/87), formado en las categorías inferiores del Villarreal y ex jugador del Talavera, Écija y Almería B, revolucionó, con su clase y visión de juego, el partido. Con la presencia de Rubio, el partido cambió de decoración. El San Roque volvió a apoderarse de la pelota y el dominio se hizo aplastante por parte aurinegra. La buena actuación de Munir y la falta de definición de los locales hicieron que el marcador permaneciera estático y se encarase la recta final del choque con posibilidades para los dos equipos. La UD Melilla, con Edgar una vez más como estilete, y Chota como martillo pilón, dibujaron y cerraron un contraataque de libro. El tinerfeño, con poderío, se marchó de cuantos le salieron al paso junto a la banda derecha, centró al segundo palo por donde apareció el 'matador' Chota para, de un tremendo zurdazo, conseguir un gol que vale mucho más que tres puntos. Los últimos minutos fueron de sufrimiento y, quizás, el San Roque mereció el empate pero en esta ocasión el Melilla recuperó parte del botín perdido en otras ocasiones de manera injusta.
El Ciudad de Lepe, donde el Melilla jugó por primera vez, inicia una nueva era y acaba con la racha negativa que ostentaba el conjunto norteafricano en sus visitas a la localidad onubense ya que el Municipal de Lepe, anterior feudo aurinegro, era un campo 'maldito' para el conjunto azulino. Pues todas las visitas anteriores acabaron con derrotas del Melilla. Tan sólo un empate y la excepción del triunfo (1-2) en Copa del Rey hace dos temporadas.
Con el triunfo ante el San Roque, la UD Melilla gana crédito y recupera posiciones en la larga carrera hacia los play-offs de ascenso. Con todavía muchas 'postas' de por medio, la derrota hubiera distanciado al equipo de Óscar Cano en nueve puntos en lugar de los tres que separa ahora a ambos conjuntos y lo hubiera alejado más del tren de cabeza. Con la victoria, y al igual que ocurrió con el triunfo en Villanueva de la Serena después del empate ante el Cádiz, el Melilla hace bueno el punto conseguido en un aciago partido ante el Lorca Atlético en su última comparecencia en casa. Ante el San Roque la UD Melilla consiguió también el primer triunfo de la temporada ante un equipo de cierta entidad, cosa que hasta ahora tampoco había hecho. La victoria ante los de García Tevenet concede un cierto respiro al plantel que dirige Óscar Cano, después del nefasto inicio liguero, para afrontar con menos presión, si cabe, el ciclo de cuatro partidos de gran exigencia que le resta al cuadro azulino antes del parón navideño para intentar alcanzar el objetivo más reciente, a corto plazo, de acabar la primera vuelta a tiro de piedra de los puestos de privilegio.
Ahora hace falta saber aprovechar la corriente favorable para establecerse en la regularidad y hacer del Melilla un equipo 'mas fiable'. Como decía su técnico en la previa al choque y mejorar, sobre todo, los números como anfitrión. De igual modo,y, como las cosas, tanto malas como buenas suelen venir acompañadas, el entrenador unionista, que ya pudo contar con Povedano y Fausto Tienza en Lepe, podrá contar para esta semana con las incorporaciones a los entrenamientos de Katxorro y Granada. Por lo que parece que, poco a poco, todo va volviendo a la normalidad.
Mención especial merece, sin duda, el gran partido realizado por Chota. El melillense, que pasó por unos durísimos momentos durante la semana previa al partido por el fallecimiento de un ser querido, se echó el equipo a la espalda y fue todo un valladar tanto en defensa como en ataque. En esta ocasión el fútbol hizo justicia con él, y Chota pudo dedicarle un auténtico golazo a su hermano Hassan que ya no está con nosotros.
Por otra parte, lo peor del partido fue, precisamente, la tarjeta roja que mostró el extremeño Ceballos Silva al bravo delantero azulino que no podrá estar junto a sus compañeros el domingo ante el CD Puertollano, otro rival directo en la pugna por acabar entre los mejores. Pero es que Chota, todo corazón y carácter, no pudo contenerse ante los insultos racistas y actos de desconsideración de Cheik, jugador de color y nacido en Mauritania, que provocó de manera insistente al melillense.
Por lo demás, la jornada en sí, fue redonda para la UD Melilla. Pues de todos los equipos que estaban por delante de la escuadra melillense sólo el Betis B fue capaz de sumar tres puntos de una tacada. El filial verdiblanco, en un gran primer tiempo, doblegó a la Balompédica Linense que no se lo puso fácil a los de Risto Vidakovic. Los verdiblancos se alzan hasta lo más alto de la clasificación tras el empate cosechado por el Lucena CF en al Alfonso Murube ante la AD Ceuta.
El Ceuta mereció mucho más ante el hasta ahora líder pero los de Falete demostraron que no están ahí por casualidad y se mostraron como un equipo sólido que supo utilizar sus armas para contrarrestar el mejor juego de los caballas.
El Cádiz, en plena jornada de reflexión, todavía estará pensando en lo que pudo ser y no fue ante un equipo que visitaba el Ramón de Carranza como farolillo rojo de la clasificación y después de pegarse una autentica 'paliza en autobús' el mismo día del partido. La Unión CF tiró de humildad y orden para frenar a un desdibujado y apático conjunto gaditano que tiró por la borda el primero de los dos partidos consecutivos que jugaba en casa.
Otro humilde, el Villanovense, hizo bueno, una vez más, el dicho de 'a entrenador nuevo, victoria segura' y fue capaz de derrotar al Sevilla Atlético de Luis Alberto, Hiroshi y compañía, en un partido en el que las ganas de agradar al nuevo técnico, el terreno de juego y un desconocido filial fueron suficientes condimentos para lograr un triunfo que saca al equipo serón de los puestos de descenso.
El derbi del poniente almeriense se decantó a favor del Roquetas en un partido igualado que se resolvió con un lanzamiento a balón parado desde la frontal que Juanje se encargó de transformar para acercar a su equipo a los puestos de salvación y hundir, más si cabe, al Poli Ejido. El técnico de la UD Melilla y ex entrenador celeste, Óscar Cano, estuvo presente en el Santo Domingo ejidense para tomar buena nota del que será el rival azulino en su próxima salida.
El Real Jaén, con un hombre menos, le endosó un rotundo 3-0 a un Écija venido a menos y al que pudo hacer más daño de no ser por las dos penas máximas que marraron los del Santo Reino.
Por último, el CD Puertollano, equipo que visitará el domingo Álvarez Claro, no pudo pasar del empate ante el Almería B en un partido que resultó muy igualado y pasó factura al cuadro de Manolo Zúñiga ya que pedro Díaz fue expulsado por doble amonestación y Mario Ortiz, Moreno, Juanlu y Manu Arroyo tuvieron que abandonar el terreno de juego lesionados.