La Guardia Civil también ha detenido a dos conductores con unos 40 kilos de hachís.
Tres detenidos y unos 40 kilos de hachís es el resultado de las últimas intervenciones llevadas a cabo por la Guardia Civil en el Puerto. La incautación más importante por la cantidad de estupefaciente tuvo lugar el pasado martes. Ese día los agentes descubrieron 27 kilos de hachís camuflados en el interior de un vehículo
Unos días antes, a finales de octubre, los guardias civiles arrestaron a un joven de 28 años con domicilio en Melilla. El sospechoso, cuya identidad se corresponde con las iniciales D.T.A.R., iba a embarcar a pie en el buque que une la ciudad con Almería. Sin embargo, su actitud levantó sospechas en los agentes, por lo que fue sometido a un “control voluntario radiológico” por parte de personal sanitario del Servicio de Aduanas. Dentro de su estómago portaba “cuerpos extraños”, conocidos en el argot como ‘tragados’.
Una vez evacuada la droga,que estaba distribuida en un total de 85 ‘bellotas’, arrojó un peso de 625 gramos.
En octubre también se produjo el arresto del conductor de un turismo marca Opel, modelo Corsa con matrícula nacional. El vehículo iba a embarcar en el buque correo de Almería cuando un perro adiestrado en la detección del estupefaciente dio indicios de que en el automóvil podría haber ocultos “géneros ilícitos”. Por este motivo los agentes procedieron a realizar un examen exhaustivo del automóvil. Descubrieron la droga en el interior del depósito de combustible. El estupefaciente estaba oculto en un doble fondo distribuido en numerosos paquetes.
La sustancia intervenida, ‘hachís’, arrojó un peso de 16,3 kilos. El conductor del vehículo fue arrestado como presunto autor de un delito contra la salud pública. El detenido es un español de 39 años que no tiene ninguna vinculación con la ciudad.
En un saco de tela
Días más tarde, el 1 de noviembre, los agentes arrestaron a un ciudadano marroquí con residencia en Alemania.
En esta ocasión la droga había sido ocultada en un turismo marca Ford, modelo Mondeo, de color gris metalizado y matrícula alemana. Durante su inspección, los guardias civiles hallaron “un saco de tela con cremallera”. Estaba oculto en en doble fondo practicado en el salpicadero del vehículo. En su interior había numerosos bultos con la droga intervenida. Los agentes contaron hasta un total de cien paquetes que contenían ‘polen de hachís’.
El total de la droga intervenida tenía un peso de 27 kilos. Su portador, cuyas iniciales son A.B., fue puesto a disposición judicial acusado, al igual que en los casos anteriores, de un delito contra la salud pública. También quedó a disposición del juez la droga intervenida y los vehículos utilizados para su ocultación y transporte.
Un método que representa un alto riesgo para la salud
El arresto de un joven de Melilla que portaba droga en el interior de su estómago ha llevado a la Oficina de Prensa de la Comandancia de la Guardia Civil a advertir del alto riesgo que representa para la salud esta práctica.
Señalan los agentes en su comunicado que existe la posibilidad de que se produzca algún imprevisto con alguna de las ‘bellotas’, como la rotura del envase que contiene el estupefaciente. Esta clase de incidentes, sumado a la duración de la travesía, que se prolonga durante horas, puede provocar situaciones que representan un serio peligro para los portadores.
La Oficina de Prensa advierte también de que el procedimiento utilizado por el joven melillense para transportar la droga representa igualmente un riesgo para la salud de los futuros consumidores de la sustancia.