La entrada es gratuita aunque se precisa de invitación, que se puede recoger en la taquilla del teatro o en la Consejería de Presidencia y Participación Ciudadana.
Los amantes de la música y de la guitarra española están de suerte, ya que tres expertos en la materia ofrecerán esta noche un concierto de música andalusí en el teatro Kursaal. Se trata de la melillense Isabel Gil Vera y del dúo Walili. La actuación comenzará a las 21:30 horas y la entrada es gratuita, aunque se precisa de una invitación para poder pasar al interior del teatro. Estos pases pueden recogerse en la taquilla del Kursaal de 11:00 a 13:00 y de 18:00 a 20:00 horas o en la Consejería de Presidencia y Participación Ciudadana, que es la entidad responsable de organizar este concierto con motivo del Aid El Kebir, la pascua grande de los musulmanes.
Isabel Gil Vera nació en Melilla y trabaja en Madrid como profesora, aunque es una de las mejores concertistas de guitarra española del panorama musical actual. El público melillense la pudo escuchar por primera vez el pasado mes de agosto en una actuación enmarcada dentro de las actividades de Ramadán emprendidas por la Ciudad.
Se trata de tres figuras de la música, tal y como apuntó el componente de la delegación de Unesco en Melilla, Paco Gámez, quien presentó esta actividad junto con el consejero de Presidencia, Abdelmalik El Barkani, el pasado mes de octubre.
También será la segunda actuación del dúo Walili en Melilla. La primera tuvo lugar durante la celebración del mes de Ramadán del pasado año. Este dúo de guitarristas está compuesto por Adnane Matrone, guitarrista, compositor y fundador del premio Concurso de Guitarra Clásica de Rabat; y Ahmed Guendouz, profesor en el Conservatorio Nacional de esta misma ciudad.
Walili es la traducción del nombre de la ciudad Volubilis, de donde cogieron este singular nombre.
En el concierto que ofrecieron el pasado año, no sólo interpretaron música marroquí, sino también canciones árabes, de forma que una de las guitarras interpretaba un sonido más cercano a la guitarra clásica y la otra ofrecía toques que recordaban a un laúd, para lo cual utilizaron una aguja. Los dos componen música aunque reconocieron en declaraciones a El Faro que su fuerte era la interpretación de versiones.