La feminista y teóloga Margarita Pintos de Cea-Naharro participó ayer en las Jornadas de Religión, Ciudadanía y Espacio Público con una charla sobre el diálogo interreligioso.
La teóloga y presidenta de la Asociación para el Diálogo Interreligioso de Madrid, Margarita Pintos de Cea-Naharro, participó ayer en las Jornadas de Religión, Ciudadanía y Espacio Público celebradas en el PEC. Con su charla titulada ‘Una tierra que mana leche y miel: el diálogo interreligioso’, esta teóloga feminista explicó el papel de la mujer actual en el mundo de las religiones.
“Tenemos que tener en cuenta el contexto en el que están las mujeres del mundo y cómo cuando tienes que luchar por sobrevivir no puedes hacer otra cosa. Eso les pasa a muchos millones de mujeres, como hemos podido ver en campos de concentración. Ellas no pueden hacer otra cosa que no sea atender a sus hijos e intentar que no se les mueran”, destacó.
No obstante, indicó que las más privilegiadas, es decir, las que económicamente son independientes, que tienen una profesión, y tienen las necesidades más que cubiertas, se dedican a otras cosas, como a avanzar en la igualdad social, política y religiosa.
“En ese campo es donde las religiones tienen más problemas, porque las mujeres no cumplimos con lo que ellos quieren que hagamos”, apuntó Pintos Cea-Naharro.
Esta teóloga aseguró que cuando la mujer tiene la libertad y la independencia, muchas lecturas religiosas aseguran que ellas abandonan ese rol de inculcar las creencias religiosas a sus hijos. En este sentido, Pintos Cea-Naharro comentó que esta tarea de inculcar la fe no es una labor de la mujer, ya que ella tiene que proporcionar instrumentos para que sus hijos sean independientes y aportarles valores que están en la sociedad sin necesidad de que estén vinculados a una religión.
“Eso a las religiones no les gusta porque tenían en las mujeres su arma más fuerte de transmisión de esa religiosidad, que era más la práctica religiosa que de fundamentos y creencias profundas y opciones personales”, explicó.
De esta forma, comentó que la austeridad en tiempos de crisis o la solidaridad son valores que se encuentran en la sociedad civil y que muchas religiones se apropian de estos valores.
“La religión es una cuestión que tienen que ser personal, que asumes como adulto, que vives en comunidad y porque eso te ayuda a ser feliz y te ayuda a vivir en plenitud. No es una cuestión sólo que las mujeres trasmiten”, apuntó Pintos Cea-Naharro.
Una posible salida: El ecofeminismo
'Una tierra que mana leche y miel' fue el título de la intervención de Pintos Cea-Naharro. Este texto tiene mucho que ver con las mujeres “que somos engendradoras de vida, cuidadoras, que alimentamos a la población empezando por nuestros hijos, y que está recogido en las tres tradiciones religiosas”, destacó. Fue el punto de partida para ver la situación en la que viven las mujeres en la actualidad a nivel local o internacional, “en la que sufrimos una violencia institucional por los patriarcados políticos, porque los patriarcados económicos hacen que muchísimas mujeres tengan que sobrevivir malamente o dar su vida para la supervivencia de sus hijos, y también sufrimos un patriarcado religioso, que aparta a las mujeres de los órganos de decisión en las religiones”, apuntó.
De esta forma expuso que el ecofeminismo podría ser una solución a estas situaciones de desigualdad, ya que se protegería a la naturaleza, primaría la participación de todos y en el apartado de la religión se tendría en cuenta que en todas las cosas hay algo divino.