La Real Academia de la Jurisprudencia y Legislación de Granada recibe al decano del Colegio de Abogados de Melilla, Blas Jesús Imbroda, entre sus componentes en un acto solemne realizado ayer.
“Me siento honrado y agradecido de que me nombren académico. Es una inmensa satisfacción y sólo tengo palabras de agradecimiento”, comentó el decano del Colegio de Abogados de Melilla, Blas Jesús Imbroda. El Hospital del Rey fue el lugar escogido por la Real Academia de la Jurisprudencia y Legislación de Granada para acoger a este jurista entre sus componentes. Además, por primera vez en la historia de esta institución, se ha celebrado la apertura del curso fuera de la ciudad de Granada. Un hecho que fue calificado por el académico de número José María Rosales de Angulo “de justicia” con la ciudad de Melilla.
Un gran número de autoridades militares y civiles estuvieron presentes en este acto, como el delegado del Gobierno, Antonio María Claret, y el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda. Además, varios componentes del Gobierno local disfrutaron también de este acto inaugural del curso 2011-2012 de la Real Academia de la Jurisprudencia y Legislación, como el consejero de Educación, Antonio Miranda, y el diputado Antonio Gutiérrez y la senadora María del Carmen Dueñas.
Blas Jesús Imbroda estuvo acompañado también de un numeroso grupo de familiares y amigos que expresaron su apoyo y felicitaciones al decano, junto con el colectivo de abogados que también ocupó gran parte de las butacas de este salón.
El acto comenzó con la entrada de los componentes del Colegio de Abogados de Melilla seguidos de los académicos.
En primer lugar, se realizó una lectura de la memoria del curso académico 2010-2011 por parte del secretario de esta corporación. Entre las actividades destacadas estuvieron los numerosos programas formativos en los que han participado sus componentes, las jornadas y ponencias ofrecidas en este pasado curso y un gran número de actos en los que se han rendido homenaje a compañeros de esta academia.
A continuación, se leyó el acta por la cual se nombra a Blas Jesús Imbroda como académico de esta institución. Así, el académico de número Rosales de Angulo fue el encargado de realizar una breve semblanza de la trayectoria profesional del decano del Colegio de Abogados de Melilla.
Así, destacó que estudió Derecho en Granada y que desde el año 1981 está ejerciendo la abogacía, perteneciendo también a los colegios de Madrid y Málaga.
También comentó el gran número de publicaciones que ha realizado en revistas especializadas, varios libros y sus intervenciones en jornadas y cursos formativos. Además, resaltó que Imbroda está realizando la tesis doctoral en estos momentos con el departamento de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada.
Este académico habló a los presentes sobre los objetivos que impulsaron la creación de esta institución en 1770, como el afán por formar a los nuevos ingresados en temas jurídicos y actualizar los conocimientos de los componentes que ya llevaban tiempo en la profesión.
La conferencia de apertura del curso académico fue realizada por Blas Jesús Imbroda bajo el título ‘Melilla en la historia constitucional española’. En este discurso, agradeció a los presentes su asistencia, y rescató unas palabras del profesor Cano, que el constitucionalismo en España ha seguido un sistema pendular y que no se llegó al estado de derecho hasta la Constitución de 1978. En este análisis resaltó más aspectos relacionados con la vida de las gentes de Melilla que los aspectos jurídicos, como las desgracias que sufrieron los melillenses en la época de la Constitución de Cádiz, en 1812.
Un acto dedicado a los familiares que no están entre nosotros
El decano del Colegio de Abogados de Melilla y componente de la Real Academia de la Jurisprudencia y Legislación de Granada, Blas Jesús Imbroda, dedicó sus primeras palabras a recordar sus años en la universidad y también aquellos veranos que pasaba en casa de su abuela materna. Así, enumeró varias escenas de su infancia y tuvo un recuerdo muy especial para su madre y su abuela, y otros familiares y amigos, que hubieran estado encantados de estar presentes en este acto, pero por el devenir de la vida, no pudo ser así.
Además, lanzó un gran número de agradecimientos, en primer lugar, hacia los académicos presentes, por su acogida, y a los familiares, amigos y compañeros de profesión que llenaron el salón para mostrar su admiración y aprecio. Así, aseguró que este acto era muy emotivo para él y que no podía enumerar todas las razones que justificaban este sentimiento.