A través del humor y el amor se puede demostrar que un “hospital afectivo” es también “efectivo”. La segunda edición de este curso se celebrarán los días 21 y 22 de octubre.
Catorce profesionales que trabajan día a día en el Hospital Comarcal de Melilla han finalizado recientemente un curso sobre ‘La gestión del estrés en la salud’, financiado por el Ingesa, por el que han aprendido las bases para “afrontar de otra manera su rutina cotidiana en el ámbito laboral en el que se desenvuelven”. Dado el éxito de esta iniciativa formativa, se celebrará una segunda edición los días 21 y 22 de octubre con un cupo de 25 plazas.
El encargado de impartir el curso, de dos jornadas de duración, ha sido Aryuna (Alonso Pulido), que en sánscrito significa ‘el guerrero del amor’, y ha demostrado que “un hospital afectivo es también efectivo si se proporcionan los conocimientos teóricos y prácticos sobre los beneficios del amor y el humor”.
El trabajo realizado en estas dos jornadas se ha centrado en los aspectos fisiológicos y emocionales para fomentar la alegría, el bienestar, el positivismo, la emoción y la expresividad que se puede poner en práctica tanto en el ámbito laboral como familiar.
Algunas de las impresiones del personal que ha participado en estas jornadas ha destacado que “en el fondo todos necesitamos lo mismo, un poco de cariño, reírnos y quitarnos la coraza que nada más entrar en nuestro trabajo nos ponemos a la defensiva”. Otros han destacado los aspectos prácticos de esta disciplina en el trato con el público: “Nos vale un poco para poner una sonrisa cuando llegamos a las ocho de la mañana y llega el paciente y ya empieza a protestar. Hay que intentar sonreír desde un principio, que es lo que nos están intentando enseñar”.
Además, el hecho de que hayan participado todo tipo de profesionales sanitarios de diferentes categorías ha favorecido el conocimiento mutuo y creado una dinámica de trabajo en grupo que también ha sido apreciado por los participantes.
El monitor del curso, por su parte, también destacó que los profesionales sanitarios son “corazones iguales a todas las personas”, por lo que, una iniciativa de estas características únicamente precisa de algunas matizaciones adaptadas al ámbito hospitalario.